Mardivino Asador en Sanxenxo

En mi caso, la comida fue en el interior del restaurante. Las mesas son grandes, y el lugar también. Me pareció curioso las plantas que había allí. La carta es muy variada, incluyendo platos aptos para todas las dietas y un menú infantil. Considero que tiene un buen servicio, ya que tardaron relativamente poco en tomar nota y en traer las bebidas, sumándole que los empleados fueron educados con nosotros. Los platos tampoco tardaron mucho en llegar. En cuanto a los entrantes, me gustaron especialmente las zamburiñas. También pedimos setas de cardo con volandeiras, y las navajas; todo muy bueno. Al poco rato de terminarlos, nos los retiraron. Pasaron un poco más de tiempo hasta que trajeron lo siguiente.(Aclaro que las veces en las que digo que pasaron pocos minutos me refiero a 10-15 aproximadamente) El rodaballo incluía patatas, guisantes y almejas. Ha sido mi plato favorito, totalmente recomendable. Siguiendo con los postres, me ha encantado el coulant de chocolate con helado de vainilla. También pedimos leche frita, cañas con crema (también muy buenas) y una tarta de lotus, la cual era un tanto empalagosa.

Restaurante 100% recomendable, comida buenísima, éramos 22 personas y nos atendieron genial, sin duda para repetir.

Comida rica, raciones generosas en los pescados, excepto el coruxo, ridículamente pequeño Las raciones de carne, solomillos y entraña, muy pequeños, obliga sí o sí a pedir postre. Ambiente muy ruidoso, con niños sin control alguno de sus padres.

Siempre es un placer volver a SanXenxo y comer en MarDivino.Las carnes espectaculares .Buena bodega y camareros atentisimos

Sitio muy muy bueno. El servicio y la comida de 10.

Atención y trato al cliente excelente, muy recomendable.

Muy buena carne y parrilla, y muy buen servicio. Comimos en la terraza con vistas al mar y todo perfecto. El camarero muy amable.Volveremos

Navajas espectaculares El secreto buenisimo Pulpo muy bueno

Cenamos 6 personas en terraza con perro. Sitio adaptado para personas con mala movilidad pues tienen plaza de minusvalidos en la puerta y ascensor para bajar directamente al restaurante. Trato muy bueno. Pedimos para compartir pimientos del padrón y pulpo, ambos muy ricos. Y luego de platos principales secreto ibérico de cerdo a la brasa, entrecot de vaca a la brasa, solomillo de ternera con foie y almejas a la marinera. Las carnes muy buenas, las almejas sin mas. De postre tarta de la abuela que recuerda a la copa de chocolate antigua de Dalky, muy buena y brownie con helado rico. Pagamos 175€. Siempre repetimos.

Hemos ido dos días seguidos a comer y es excelente en todo. Comida, servicio, el sitio. Recomendable el arroz de cigalas, pero todo lo q pedimos estaba exquisito. Destacaría de los postres la tarta de queso al horno y la mousse de limon