Maldonado 14 en Madrid

El filete estaba buenísimo. Era de gran calidad y estaba muy bien presentado. El personal fue súper profesional. Volvería sin dudarlo.

Trato y atención exquisitos. Recibimos un muy buen servicio. Restaurante íntimo , tranquilo, elegante y con ambiente relajado. Para disfrutar sin prisas. La comida, deliciosa. Elaboración y presentación cuidadas. Producto de calidad. Toma nota personalmente el dueño y se asegura personalmente que todo esté a gusto del cliente. Cuentan también con aparcacoches.

Magnífica cocina y magnífico trato. Algo caro, pero justificado. Tienen un tomate increíble y el steat tartar es perfecto. Te traen primero la prueba, una costumbre que está desapareciendo en muchos restaurantes. Te obsequian un chupito al final. En 2025 ratifico mi reseña y añado que los callos están buenísimos.

Excelente comida y servicio. Repetiremos

Visitado en abril de 2025. Un restaurante ubicado en una zona un poco alejada de la zona turística. La dirección es el nombre de la tienda. Menú clásico en un ambiente chic. Sin embargo, cada plato está lleno de originalidad y se puede sentir la pasión del chef. Además, el servicio (que en España suele ser un poco descuidado) también es muy eficiente, y la actitud de la empresa a la hora de atender las peticiones de los clientes es muy positiva. Lamento no poder pedir muchos artículos después de un abundante almuerzo ese día, pero la burrata caprese, los cajos y otros platos fueron satisfactorios. Me decepcionó no poder conseguir el filete tártaro y salí del restaurante prometiendo volver a visitarlo.

La atención, la comida y el ambiente son insuperables

Un clásico de Madrid Hacía tiempo desde la última visita y todo sigue igual de bien : la comida clásica , el servicio atento , el ambiente elegante , todo se une para disfrutar de una estupenda cena . Destaca el steak tartare o los callos , muy sabrosos . Volveremos

Fuimos con una pareja amiga, de fuera de Madrid, y quedaron maravillados de la calidad de la comida, el buen servicio y el ambiente selecto y acogedor.

No se puede pedir más: muy buen trato, muy buena continuidad en el servicio, la comida perfecta. Hacía tiempo que no iba, y conserva el nivel que recordaba

Fuimos 6. El restaurante tiene un estilo acogedor. Se te hace agradable. Lo malo es que las sillas no tienen reposabrazos con lo que me gustan! Pedimos unos vermús para empezar y nos trajeron una patatas fritas y unas croquetitas. Después pedimos para compartir: ensalada de bogavante, sardina marinada y otra cosa con salmón que no recuerdo qué era. Todo nos gustó mucho. De platos principales: un rabo de toro, un rape asado, una merluza Maldonado 14, una perdiz en salmís, un lomo de vaca vieja y un cochinillo confitado. A todos nos gustó lo que habíamos pedido. Aquí practican el no tirar lo que sobra y nos pusieron para llevar lo de una persona que no pudo terminar su plato. De postre compartimos 3 tartas finas de manzana.... qué ricas! Luego tomamos café y nos pusieron como unas tejas pero no me gustaron mucho. Bebimos una botella de vino blanco, una botella de agua mineral y algún refresco. Los camareros nos atendieron muy bien. El local tiene ropero. No está adaptado para personas con movilidad reducida. Los baños estaban limpios. Creo que pagamos entre 60-70 euros por persona.