Mademoiselle en Madrid

Local muy agradable, buena atención y , sobre todo, crepes/galletas muy buenos.

Bonito local, las crepes son muy buenas

Muy rico y muy buena atención. Recomendado 100% Vuelvo a reiterar las 5 estrellas. No cerréis :(

Galettes de verdad en un ambiente muy agradable.

Una auténtica joya escondida. Antes de llegar aquí pasamos por tres restaurantes donde el trato del personal nos hizo salir sin pedir nada… y por pura casualidad encontramos esta crêperie, que no está en una calle muy visible, pero sin duda merece ser descubierta. Fui con una amiga un sábado y salimos encantadas. El ambiente era tranquilo, con una paz deliciosa que te permite disfrutar de cada bocado sin prisas. Pedimos crêpes y fue todo un acierto: la masa tenía el equilibrio perfecto entre crujiente y blanda, y los ingredientes eran fresquísimos. Los sabores nos transportaron directamente a la región francesa de Bretagne. Se nota el mimo en cada detalle. El trato del personal fue excelente: un saludo especial a Frédéric y Diego, que nos atendieron con cercanía, rapidez y una amabilidad que ya no se encuentra en todas partes. Estaba tan buena la crêpe con Nutella que repetí… ¡y aún me quedé con ganas de más! Estoy deseando volver para probar su menú del día. Relación calidad-precio inmejorable. Totalmente recomendable.

¡Una joya escondida! 💎 Teníamos muchísimas ganas de comer una crepe y sentarnos en una terraza a disfrutar del buen tiempo. El ambiente era tranquilo, y las crepes estaban deliciosas, crujientes, suaves y hechas con ingredientes frescos. Pedí la de Jade (frutos rojos y mascarpone) y estaba maravillosa. Frédéric y Diego fueron un encanto; fueron muy amables y nos atendieron rapidísimo. ¡Gracias! 💕Sin duda volveremos.

Hemos probado los crepes y están riquísimos. Volveremos

Una creperie estupenda. Súper bien elaborada la comida, un precio ajustadísimo y un servicio amabilísimo.

Acudimos sin reserva a la hora de abrir en sábado. Restaurante muy acogedor, con música de fondo agradable, bonito. Comimos dentro, galette Marie con morcilla, manana, y otra llamada Caroline con queso, jamón york, huevo, ensalada, ambas muy ricas. Aconsejado por Frederic para beber nos pedimos una botella de la maravillosa sidra dux de Bretaña, inigualable, lo que es bueno es bueno y punto. Y para acabar dos crepes dulces, una mas sencilla con chocolate negro , y otra Capucine con compota de manzana, miel.... No hay mejor manera de terminar la comida. Precio adecuado a la calidad, atención. Si no has estado aqui para degustar un trocito de Bretaña en Madrid, ya estas tardando. Nosotros volveremos seguro.

Buen sitio para una salida informal o formal. Ambiente muy agradable y buena atención en el servicio, Platos sabrosos y muy cuidados. Precio algo elevado.