Lúa en Madrid

Increíble! Es todo una explosión de sabores típicos gallegos con toque de innovación culinaria. La tarta De Santiago es una pasada. Gracias Manuel Domínguez

La tortilla de patada muy buena

Sin comentarios fabuloso el ambiente la comida y la atención

Hemos ido mi marido y yo a probar el menú de degustación, el servicio impecable y todo muy rico pero unas horas después hemos empezado a encontrarnos mal, y a vomitar varias veces... Sospechamos que algún producto estaba en mal estado, y es una pena porque con lo que cuesta el menú nos ha amargado la experiencia...

En mi opinión, este restaurante es una verdadera joya para cualquiera que disfrute de una buena comida. Me encanta especialmente que esté situado en Almagro, una zona muy céntrica y con mucho ambiente, lo que hace que sea muy conveniente para quedar con amigos o familia. Lo que más destaco de su carta es su fantástica selección de platos de otras regiones de España, que te permiten hacer un pequeño viaje gastronómico sin salir de Madrid. No es de extrañar que la gente repita siempre para probar estas especialidades. Considero que la relación calidad-precio es excelente; los precios no son para nada elevados y la comida lo vale completamente. Además, para mi comodidad, ofrecen varias formas de pago, lo cual se agradece mucho. Si no me apetece salir de casa, sé que puedo contar con su servicio de entrega a domicilio, aunque debo decir que la experiencia en el local merece mucho la pena. El ambiente que han creado es muy acogedor, con una decoración cuidada y una terraza exterior que es perfecta para disfrutar de una comida o simplemente para tomar algo en un día agradable. Para mí, es un sitio perfecto para ir con toda la familia, ya que las instalaciones son cómodas y el ambiente es muy familiar. He visto las fotos de sus platos en Instagram y la verdad es que reflejan fielmente lo que te encuentras cuando vas. Siempre recomiendo reservar con antelación porque suele estar muy concurrido, y es comprensible, ya que la combinación de buena comida, buen precio y un entorno tan agradable lo convierte en un lugar muy especial.

Reservamos a través del Tenedor sin menú. Restaurante para nosotros, atención perfecta, hubo un problema con la forma de la reserva y se solucionó sin inconvenientes. Es importante señalar que con atenciones y servicio de este tipo, todo saber mucho mejor. En relación a la comida: el pulpo muy rico, quizá faltaba un poco de sabor al producto en si pero estaba bien cocinado. Tanto el rape como el bacalao excepcionales. Las carrilleras más de lo mismo. Muy logrado, cuidado, sabor, equilibrio. Y el postre (san simón con violeta) muy peculiar y diferente. Merece la pena ir a Lúa cuando buscas en un restaurante comida, buena atención y en un entorno también cuidado y pensado. Volveremos.

Con respecto a la comida, pedimos menú degustación y, francamente, no recuerdo ningún plato excepto el postre, cosa que dice bastante… Parece q el equipo de cocina está aburrido de hacer siempre lo mismo, y los platos salen sin alma El personal de sala, bastante bien, pero no depende solo de ellos El ambiente, ruidoso y caluroso Igual iba con más expectativas de la cuenta

Local con mucho encanto. El trato excelente. Nos asesoraron que elegir. Todo un acierto. La comida exquisita. Todo muy rico. Recomendable.

Excelente el local, la atención la comida. Fuí con un grupo de amigos y la verdad que salimos encantados. Por cierto la presentación y la vajilla preciosa. Recomiendo el menú degustación

El otro dia un buen amigo me dijo que como era posible que no conociera este templo gastronomico, asi que dicho y hecho. El local agradable, no muy grande pero con una excelente separacion entre meses y, ademas, cuenta con espacio reservado con una amplia mesa para varios comensales. El servicio muy profesional, de primera, con mucha educacion y mucho oficio, esa gente que da gusto que te atienda porque además saben aconsejarte ya en platos como en vinos. Pero vayamos a lo importante: la comida. Queria probar varios platos, pero no ceñirme a un menú degustación, que tienen dos, sino cosas de la carta que me atrajeran. De entrada la cecina de Wagyu es algo especial, algo realmente exquisito. Finita, jugosa y con una grasa tan deliciosa que no hay que echarle aceite. La raya la cocinan en su punto con una magnifica textura y un sabor excelente. El salpicón de bogavante creo que es algo de otro mundo, algo espectacular. Los callos muy sabrosos y ligeros, de los que te puedes comer un par de platos y siguen queriendo mas de lo buenos que estan. He de reconocer que hacia tiempo que no comía tan bien y tan variado. Tienen una bodega con referencias para todos los gustos. Un sitio muy a tener en cuenta ya que la calidad del servicio su excelente cocina y la relacion calidad precio hacen de este restaurante un sitio de obligada visita y, seguro que como hare yo, repetirán