Local de Ensayo en Murcia

Simplemente espectacular,todo está a la altura de lo que se espera y más incluso,un menú degustación bárbaro , diverso,rico en matices pero con sentido , gracias David y a tu equipo por brindar ésta experiencia,volveremos ❤️

Fuimos a cenar y escogimos el Menú Degustación "Desfibrilador". Estaba todo buenísimo, cada plato mejor que el anterior. La atención fue inmejorable, súper pendientes para todo y muy educados. Sin duda ¡experiencia increíble y recomendable!

Cenamos anoche con mi pareja para celebrar su cumpleaños en Local de Ensayo. La experiencia, sinceramente, quedó muy por debajo de lo esperado para un restaurante de este nivel. Habíamos reservado con más de mes y medio de antelación y, pese a que el restaurante apenas tenía un 25 % de ocupación, nos colocaron junto a la puerta de entrada. Un detalle incómodo y poco cuidado. Solicitamos el maridaje de vinos (120 €), y fue otro punto decepcionante: ni un solo vino de la Región de Murcia. Sorprende que un restaurante local ignore completamente el producto de su propia tierra. Los pases se sucedieron con demasiada rapidez, y la explicación de cada plato fue casi inexistente. En cocina creativa, el relato es parte esencial del menú, y aquí se echó en falta. Además, habíamos indicado en la reserva que se trataba de un cumpleaños. No hubo ni un gesto, ni una vela, ni una mínima atención. Da la sensación de que ni siquiera leyeron el comentario. En resumen: una cocina con potencial, pero una atención al cliente y una experiencia global muy lejos de lo que esperaba.

Personal super amable y platos deliciosos.

Era la tercera vez que acudía a Local de Ensayo, la primera en su nueva ubicación. Optamos por el menú Desfibrilador y todo bien en líneas generales, aunque con matices. El menú es largo y armónico, los pases se suceden y están realmente bien, tanto de presentación como de sabor. Los snacks y los entrantes sorprenden y te hacen disfrutar verdaderamente de la comida. Otra cosa fueron los platos básicos (carne y pescado) y los postres. Ahí se acabó la sorpresa: todo, desde ahí, fue demasiado convencional, tanto que se puede decir que iniciaron una curva descendente hasta llegar a un café cortado que tampoco nos gustó. Los postres incluso fueron abiertamente decepcionantes: un croissant con aguacate y helado de mascarpone (empalagoso) y un Flan, que presentan en la carta escrito con mayúscula pero que no deja de ser un postre que recuerda los flanes industriales de supermercado. En conjunto, tras la experiencia, este restaurante mantiene mi confianza, pero no deben bajar la guardia. David tiene talento y capacidad para marcar la diferencia, en Murcia ha sido casi un pionero de la alta cocina con toque vanguardista. Pero tiene una feroz competencia, no en balde en Murcia es casi unánime afirmar que "se come muy bien".

La atmósfera es maravillosa y el personal, muy amable. Los camareros poseen un gran conocimiento sobre vinos y nos ofrecieron recomendaciones excelentes. Lo único es que, en comparación con otros restaurantes del mismo nivel, ciertos matices en los sabores de los platos y en la composición del menú generan algunas dudas. Nos gustó todo, pero no lo suficiente como para desear volver.

Sabíamos que es uno de los mejores restaurantes de Murcia, pero superaron todas nuestras expectativas. Contratamos a Local de Ensayo para la celebración de nuestra boda, la comida estaba riquísima y no solo lo decimos nosotros, si no todos los invitados quedaron encantados, el mejor catering que habían probado nunca decían jeje Especial mención para Isa que desde el primer momento estuvo atenta y super implicada ayudándonos en todo a cualquier hora, es una máquina!! Y también a Noelia nuestra camarera el día de la prueba del menú y el día de la boda, fue maravillosa siempre preocupada y atenta con nosotros, fue todo un acierto que estuviera con nosotros ese día, qué bonica eres! Muchas gracias David tienes un equipo fantástico, llegaréis muy lejos porque sois los mejores! Nos vemos por el restaurante :) Laura y Manu

El servicio de 10, la decoración y el ambiente maravilloso. Probamos el menú desfibrilador. La comida innovadora y elaborada, en mi caso, contando con que como de todo y me gusta mucho la cocina, me faltó sabor intenso, sorpresa, y un par de platos no me los pude comer porque no me gustaron, uno de ellos fue una berenjena con salsa agria y el otro la remolacha de dos colores. Nos preguntaron muy atentos en todo momento el porqué no nos los habíamos comido...sobre gustos..muchas gracias por el detalle de la copa de cava

Trato exquisito,una experiencia gastronómica muy recomendable. Me encantó el rape, la croqueta súper cremosa y sabrosa, la presentación muy cuidada y vistosa. Toda una sensación de sabores.

Conocedores del prestigio del local, que lo ha dejado un par de veces a las puertas de la estrella Michelin, decidimos comer a la carta en lugar de menú. Bien rico todo: los aperitivos de marinera y brioche de chato, las chapinas de cordero, el arroz meloso, el rape --aunque tirando a poco, más tapa que ración-- y el postre de arroz con leche. La carta de vinos nos sorprendió al incluir el tinto Mulato de la bodega murciana Alto de Inazares --qué desgracia el reciente fallecimiento del apasionado "vigneron" de esta finca única, la más alta de Europa, a quien habíamos conocido allá a finales de noviembre--, que pedimos, si bien echamos en falta alguna ref. de una de las mejores enólogas regionales, Elena Pacheco. Nos gratificó también encontrar casquería "fina" --esas chapinas--, signo de distinción de la alta gastronomía sin complejos, un tipo de cocina que les animamos a reforzar, más en invierno. El único "pero" en mi opinión pudo estar en el pan, bien elaborado --y cobrado a 8 €-- aunque de una textura bizcochosa y levemente dulce que quizá no resulte adecuada para la mayoría de platos; lo preferimos más tradicional, de corteza crujiente y miga en su punto de sal, o al menos ofrecer ambas opciones.