Llagar La Llobera en Madrid

Gracias de nuevo por ser el restaurante de casa de familia,la mejor comida y los mejores profesionales!gracias y gracias Isabel !!!!

No se que es mejor; el ambiente, la comida o el personal?! Perfecto todo. Buenisimo

Un trocito de Asturias en Madrid. La música, el ambiente, la sidra, y por supuesto las carne. Un magnífico mesón donde disfrutar de la comida asturiana en toda regla, lejos de ser la típica taberna de cachopos y sin llegar al mesón de lujo. Igual que en Asturias, pide comida con moderación, y no te quedes sin probar el cachopo especial y el chuletón! Si no comes carne mejor ir a otro sitio A y todo sin gluten! Un detalle. Atención 5/5 - Román en la planta de abajo y la encargada de la barra especialmente 🙌🏻

Buena calidad y gran sabor. Carta 100% sin gluten.

Buena comida, Roman fue muy atento. Volveré porque estuve muy agusto. Gran conversador

Fenomenal que sea sin gluten y todo muy rico pero los camareros hubo un momento que desaparecieron de la sala y el único que había, un chico muy joven, estaba un poco a por 🍇

Muy buena comida y excelente servicio de Román. Recomendadísimo.

Super deliciosas las croquetas mixtas y una muy buena recomendación de vino y personal muy servicial

Mi marido y yo fuimos aquí la semana pasada como soy celíaco. Tomamos el metro específicamente para probar este restaurante porque mi esposo quería probar cachopo después de ver un documental de crímenes reales en Netflix donde el personaje principal se hacía llamar el "Rey del Cachopo. " Cuando llegamos había un grupo tocando gaitas a toda máquina. Desafortunadamente nos dirigieron a una mesa en la misma habitación que los gaiteros. Creo que estas personas eran otros clientes celebrando algo, pero fue increíblemente molesto y ruidoso. Pedimos menús varias veces y no fue hasta después de que nuestra sidra había sido entregada que recibimos nuestros menús. Tomó demasiado tiempo esperar para recibir el menú. Mi español es pobre, pero mi esposo y yo pudimos pedir las croquetas (variedad) como entrada y cada uno obtuvimos un tipo diferente de cachopo y pedí el gluten - pan gratis con chimichurri. Por alguna razón, a pesar de que el restaurante afirma ser 100% libre de gluten, ofrecen una opción de pan regular, que podría contaminar la cocina. No entiendo el propósito de siquiera ofrecer pan con gluten regular en este restaurante. Las croquetas salieron con la comida principal en lugar de como entrada. Desafortunadamente solo comimos 1⁄3 de las croquetas porque las croquetas no cárnicas sabían principalmente a queso azul. No soy fan. El gluten - pan gratis por € 2. 50 no era un buen valor porque era literalmente solo un panecillo. Ni siquiera hacía calor. Tuve que recordarle al camarero que pedí chimichurri. Lo que llegó fue una salsa roja a base de vinagre en lugar de verdadero chimichurri hecho con perejil. El cachopo era enorme y suficiente para 3 personas. Nuestro camarero nos había advertido que era grande, pero nos quedamos con las sobras. Para 1 sidra, 1 aperitivo de croquetas, 2 cachopo y 1 panecillo costaba unos 80€ y duraba 2 horas. Me hubiera gustado haber estado sentado abajo lejos de los ruidosos gaiteros, tener un menú cuando nos sentamos, y que el entrante saliera como un entrante en lugar de con la comida principal.

Una combinación de buena comida y servicio desastroso. Los precios caros en general (una tabla de quesos con literalmente 8 trocitos minúsculos de diferentes quesos 27 €). Nos recomiendan las especialidades de la casa, el cachopo y el chuletón, todos con guarnición de patatas fritas y pimientos de padrón. Escogemos el cachopo, queremos el clásico... y nos dicen que no les queda, que escojamos otra variedad de cachopo (¿En serio? ¿Sábado 14:30 y os habéis quedado sin la especialidad de la casa que hace cinco minutos nos habéis recomendado?) Claudicamos y pedimos un cachopo con cecina y queso de cabra. Pedimos pan sin gluten para tres de las personas en la mesa. Nos traen una pulga de pan (literalmente ¼ del mollete de pan normal que les ponen al resto) que está duro como una piedra y se nota que es de ayer. La primera en la frente, como suele decirse... y seguimos para bingo! Llegan los entrantes. La esperada tabla de quesos se queda en una muestra raquítica (para 6 personas tocamos a media lasca por cabeza). El paté de cabracho espectacular, hay que reconocerlo, y la parrillada de verduras bien servida. Llega el momento del cachopo... pero pasan casi tres cuartos de hora entre los entrantes y el plato principal, que para cuando nos han traído el cachopo ya habíamos hecho la digestión. ¿Estaba bueno? Sí. Pero para cuando lo han traído ya casi ni apetecía... y los pimientos de padrón no aparecen ni en pintura. Le indicamos a una camarera que faltan los pimientos de padrón y nos dice que el cachopo no lleva... ¿estáis de coña, no? Y lo mejor es que diez minutos después vemos desfilar un plato de cachopo hacia otra mesa, con sus patatitas fritas y sus pimientos de padrón... se nos empieza a quedar cara de tontos a todos. Esto cada vez va a peor... Evidentemente se nos han quitado las ganas de postre, así que pedimos la cuenta... pues aún nos esperaba una última sorpresa! En la cuenta nos han intentado "colar" hasta 4 bebidas de más... incluso de tipos de bebidas que no habíamos consumido. Chicos, lo habéis bordado!!! Y eso que íbamos con personas que ya conocían el restaurante de haber comido allí muchas veces y nos lo habían recomendado. Tengo claro que no vamos a volver, o como dirían vuestros vecinos gallegos... "NUNCA MAIS"