La Maruca - Velazquez en Madrid

Fan absoluta de este lugar. Su producto es exquisito, el servicio también y la ubicación es inmejorable. La ensalada de tomate y bonito es un must. Las croquetas de carne guisada, para soñar despierto. Los pinchos de tortilla con cebolla son siempre un acierto y la tarta de queso…. Otro nivel. Las almejas? Buenísimas, y la pluma ibérico con guiso de setas y una versión reinventada de la pluma a la plancha con un toque de barbacoa, cebollita y cilantro muy curioso. Palabrita. Es increíble! ❤️

Muy buen sitio, local muy bonito y la comida excelente. Volveremos.

Sitio muy céntrico y bonito en Velázquez. La comida estaba bien, aunque en mi opinión le faltaba un poco de calidad - se nota que es una franquicia en ese sentido. Recomiendo reservar

Muy bien la comida, pedimos la tortilla y unas croquetas muy buenas. De segundo el solomillo de cerdo y una pasta, los dos platillos muy ricos y con muy buenas porciones. Lo único que estuvo regular fue el servicio, te toman la orden inicial pero si después pides algo más, se desorganizan y tardan mucho en traerlo. Sugiero ir con reservación especialmente en sábado que hay mucha gente.

Increíble la comida y el servicio 😍

Hemos comido la tortilla al estilo Betanzos, muy sabrosa. La tarta de queso está buenísima la recomiendo

La comida, como siempre excepcional, el servicio, PÉSIMO. Tenía una reserva con amigos a las 22:15 en la parte de abajo. Ni bien llegamos nos mencionaron que la cocina cerraba a las 23:00, ok, entendible y estábamos listos para ordenar dentro del tiempo estipulado. El camarero que nos atendió, prácticamente nos hacía un favor al tomarnos la orden y atender las peticiones que hacíamos. Luego llegó el que entiendo es jefe de los camareros que iba de traje y fue la misma actitud, todo al apuro. Mientras cenábamos pasaban las cestas, cubos de basura, bolsas y demás. Prácticamente estaban cerrando el sitio como si no hubiese nadie aquí sentado cenando. Es entendible que prepares la finalización del servicio mientras atiendes a las últimas mesas, pero no es justificable que prácticamente hagan como que no hay comensales en sala cenando y hasta te pidan permiso para pasar detrás tuyo con cajas y platos. Nunca nos preguntaron si queríamos más vino, o más comida, nunca nadie se preocupó verdaderamente del servicio de nuestra mesa. Para colmo, 23:25 nos llevaron la cuenta a la mesa, para que ya paguemos, porque ya van a cerrar la caja, a pesar de que cierran Siempre lo diré y lo reitero, la comida no puede estar mejor, deliciosa, pero el servicio cada vez que vuelvo, me sorprende, para mal. Cada vez está peor, la actitud de los camareros, no importa donde te sientes si arriba o abajo, siempre es tan mala y tan impersonal. Pero lo mala de la experiencia de esta cena, fue la que me motivó a dejar esta valoración.

Las rabas, la tortilla y la tarta de limón están de lágrima. Buenísimo.

Para ser un jueves estaban completo los dos comedores. La carta tiene productos que se salen de la presentación habitual con cantidades pequeñas cuando quieres compartir algunos platos. En general estaban buenos. Los postres caros de precio xra alguna presentación como la Torrija q en realidad era un Pudin. No la pidas. El servicio atento, rápido y después del postre te traen la cuenta invitándote a dejar la mesa y que la puedan ocupar los siguientes. Un poco acelerado. Eso de la sobremesa no está en su manual. Y no te pidas un cerveza en la barra xq pagaras 4€.

Restaurante ubicado en el distrito de Salamanca, para acceder allí se puede ir tanto a pie, como transporte público, se recomienda reserva previa y tiene varios horarios, te obligan a estar máximo una hora y media Es un sitio bonito, acogedor y amplio. Desde que entras notas que van con prisa y su máxima es ocupar una mesa muchas tandas de gente para sacar el máximo rendimiento, agobian un poco La carta es de comida variada y rica, calidad precio por la zona muy razonable La fideuá la verdad fue lo que menos nos gustó El pincho de tortilla es recomendado