La Lloreria en Madrid

No le doy más nota porque no la hay. Ha sido una experiencia absolutamente maravillosa. Fuimos a comer mi marido y yo, este sábado y fué increible. El sitio es pequeñito pero super coqueto y super acogedor, nos encantó!. El servicio y la comida inmejorable. De echo lo que les destacamos fué que se notaba mucho el cariño que ponían en todo lo que hacían tanto en cocina como en sala. Todo primerísima calidad, el producto muy bien tratado y la decoración de los platos muy cuidada. Como a nosotros nos encanta que el profesional nos recomiende., nos dieron una opción que nos gustó mucho y es un menú sorpresa en el que tu les dices todo lo que no te gusta o no puedes comer y ellos a raiz de tus gustos te van sorprendiendo con platos. La verdad es que nos fascinó la experiencia, no sabemos con qué plato quedarnos porque todos en su estilo eran riquísimos. Sin duda lo recomendamos y por supuesto sin ninguna duda repetiremos!. Gracias por hacernos pasar una velada tan agradable y una excelente experiencia culinaria.

Muy buena experiencia culinaria. Servicio cercano y amable. Local pequeño, Tiene 8 puestos en la barra y 12 en mesas. Nos dejamos llevar por el menú sorpresa en el que ellos te preparan un menú según el día. Los mejores platos, las albóndigas de cordero, el atún con piparras y el de coliflor. Solo hay un plato que no pediría, el pulpo, un plato que desentona en la experiencia culinaria. Pulpo pasado de cocción y con exceso de pimiento choricero, que eclipsa todo lo demás. Quitando ese lunar. Muy buen lugar para comer

Excelente taberna en el corazón de Madrid. Lo mejor, ponerte en las manos de su personal y que te vayan sacando medias raciones, para poder probar el mayor número de platos posible. Todo muy rico y entre 40€-50€. Lo vale. Comer fuera está cada vez más caro, por lo que hay que elegir bien dónde se hace y este sitio es un seguro. Recomiendo comer en la barra, el personal es majísimo y te hacen aún más amena la experiencia.

Comida increíble (e inesperada). ¡Soñaré con pelotas de cordero y pulpo a la parrilla! El servicio fue impecable, tuvimos una gran experiencia. ¡Gracias!

Todo maravilloso; ni una sola pega. Ganas de volver! Dejamos que ellos eligieran los platos y a cada cual mejor. Muy muy recomendable

Es la segunda vista a este maravilloso restaurante, y volveré siempre que pueda

Lo que parece un restaurante de barrio se convierte rápidamente en una cocina sofisticada con mezclas de sabores fantásticas. Es pequeño y hay que reservar pero merece la pena

Excelente. Comida creativa a un precio razonable y un servicio magnífico. Hay que repetir.

Reservamos para cenar era la primera que vez que íbamos Es un restaurante pequeño, pocas mesas y barra donde puedes tb comer Tiene una atención muy personalizada El dueño y su equipo hablan mucho contigo , interactúan en la mesa Quieren saber lo que te gusta y lo que no y en base a eso te hacen un menú de picoteo Restaurante muy diferente a lo que conozco La comida esquista, la atención muy buena El precio es razonable Recomiendo 100% No se lo pierdan, es una experiencia muy buena.

El restaurante ocupa un local pequeño en una calle tranquila cerca de Tribunal. El concepto de la comida se basa en elaboraciones creativas y originales a base de productos no demasiado exóticos pero con resultados satisfactorios: muy sabrosos. El precio es correcto y la relación calidad precio es muy buena. Si con estos argumentos lo dejo en tres estrellas es por una política de cancelación excesivamente rígida, en mi opinión. Entiendo perfectamente que se penalice una reserva que no se cancela en tiempo y forma. Comprendo que, sobre todo en fechas navideñas, hay mucha demanda y mi queja no va por ahí. Reservamos para 4 personas y una de ellas se vio imposibilitada de ir por una gastroenteritis de última hora. La mesa pasa de 4 a 3 y nos toca un recargo de 25€. No entiendo que nos digan que si hubiese venido la persona y no hubiese comido nada no nos hubiesen cobrado el recargo y tampoco entiendo que desestimen nuestra proposición de pedir comida para llevar por un valor al menos igual a la penalización (25€). Si se trata de preservar la recaudación por mesa me parece una opción perfectamente viable, opinión no compartida por la gerencia del establecimiento, parece ser. Por cierto, la mesa contigua de 4 sillas tenía 2 comensales. Resumiendo: un restaurante interesante que quizá debería dar una vuelta a la aplicación de la política de cancelación