La Gavilla en Bilbao

Salimos contentos del restaurante después de cenar allí. Según el horario de apertura el restaurante debería estar abierto todo el día. Cuando llegamos allí sobre las 19:30, la puerta estaba cerrada y la camarera dijo que volviéramos a las 20:00. No habíamos reservado mesa, pero logramos conseguir una hasta las 21:30. Los platos estaban de rechupete pero las raciones eran pequeñas. El local no es muy grande por lo tanto se recomienda reservar mesa.

Comimos muy bien y estuvimos muy a gusto en La Gavilla. La ensalada de tomate con bonito con ajoblanco es una delicia y el onglet exquisito!!! Estuvimos en la parte de arriba, hubo un rato que hizo un poco de calor porque abajo se pidieron carne a la piedra y subía el calor, pero enseguida buscaron una solución el chef y los camareros. Nos sentimos como en casa, gracias!

Recomendados por huéspedes españoles que conocimos en el Café des Artistes de Biarritz, fuimos a La Gavilla y lo pasamos de maravilla. Nos sentimos como en casa en lo que parecía un apartamento con entresuelo. Servicio amable y atento, y una cocina excepcional y llena de sabores. Un lugar excelente.

En semi planta calor, en la planta inferior perfecto,raciones justitas pero muy bueno todo, con la presentación muy cuidada

¡Qué gran descubrimiento! Comida sensacional y un personal increíblemente amable. ¡Recomiendo reservar! ¡Sin duda volveré!

Buen ambiente y buena comida. Totalmente recomendable.

Comida espectacular y trato increible!

Riquísimo todo y el camarero joven majisimo

De despedida de Bilbao elegimos este restaurante muy bien ubicado en el ranking, no tuvimos en cuenta que era sábado a la noche, cuando llegamos cola en la puerta nosotros sin reserva total éramos dos personas no debería haber problemas, tuvimos una corta espera y nos colocaron frente al bar y a mi me tocó una silla alta bastante incómoda. El local es pequeño, en planta baja mostrador, bar, pocas mesas y en el entrepiso el restaurante propiamente dicho con algunas mesas más. El salón dada la cantidad de clientes más los mozos, más barman, cocineros, encargados, todo el personal super simpático, todos hablaban, se saludaban, hacían pedidos, retiraban pedidos una locura, el bullicio, el ruido que provocaban, era un escándalo, logramos hacernos de una carta en español, los platos creativos pero un tanto complicados. Nuestro pedido berenjenas asadas, vieira coliflor y naranja y el secreto ibérico, no muy convencidos, el mozo era un torbellino también, rápidamente trajo la bebida copa de vino y coca zero. Al toque trajo las berenjenas y cada cinco o diez minutos traía el siguiente plato dando la oportunidad de compartir, todos creativos, modernos y la combinación de sabores estaba bien lograda, el secreto ibérico un must. Torta de queso de despedida más copas de vino y el local completamente lleno con gente esperando, daba vergüenza seguir sentados, la cuenta no trepó mucho, nos sorprendió por lo exitoso del restaurante, queríamos volver para una segunda oportunidad pero el domingo y el lunes estaba cerrado, quedará para la próxima visita, el mozo impecable !!! Prontos para volver !!!

Nos encantó este lugar - fuimos dos veces durante nuestra estancia de 7 noches en Bilbao. Llamamos para reservar como ninguna reserva en línea. El lugar es pequeño y acogedor, con asientos altos en la planta baja y algunas mesas arriba. En la segunda noche llegamos a las 8 pm para ver una cola fuera de la puerta, así que nos alegró haber reservado. Tomamos las recomendaciones de nuestro camarero en la primera visita - 3 platos para compartir - un hermoso plato de berenjena, gambas tempura y paletilla de cerdo. En la segunda noche tuvimos la berenjena de nuevo, las vieiras, las costillas y la tarta de queso. Todos los platos eran excelentes. Buen vino. Lo recomendaría.