Kitchen154 en Madrid

Es el lugar más auténtico que conozco para ir de vuelta al sudeste asiático. Recorres en el viaje todas las experiencias gustativas que te metes en la boca, resulta sugerente, sensorial y solo hay éxtasis en la experiencia. Eso sí, te tiene que gustar el riesgo y un poco el picante. Es el restaurante donde más veces he comido, por su cocina que nunca me cansa y porque el precio acompaña como para repetir sin parar… Los platos son todos especiales y están muy buenos…

Quizás fui con las expectativas demasiado altas y creo que por eso me lleve una pequeña decepción. Nada estaba malo pero tampoco ningún plato me voló la cabeza… Sabores auténticos y buena ejecución. No diré nada malo pero tampoco ensalzaré. Un asiático más en Madrid…

La comida está increíble y todos los trabajadores son híper simpáticos, cenamos ayer ahí y recibimos un muy buen servicio. Lo recomiendo 1000% y estoy segura de que volveré. Nosotros cenamos en la barra y creo que eso suma un poco más a la experiencia

Hemos comido 6 personas y probado varios platos diferentes. Los sabores realmente increíbles. Las costillas se deshacen en la boca, la carrillada con curry deliciosa, también las alitas y los dumpling. La verdad que todo buenísimo, mejoraría la cantidad de arroz que acompaña los platos porque estaba muy rico pero es poco. La camarera que nos atendió fue todo un encanto. Para estar en un mercado, el ambiente es agradable. Deseando repetir.

Comida deliciosa las camareras muy majas y los cocineros guapos 😗 yum de lubina espectacular recomendado.

Está todo buenísimo. Hay demasiado ruido procedente del bar de enfrente que empobrece un poco la experiencia.

Un diez. La jefa en los fogones es una genial. La comida sale perfecta. Hasta la música la rompe. Inmejorable e imperdible!

Comimos Dumplins, Alitas de pollo con salsa sweet chili y curry de gambones rojos. Estuvo todo muy rico. Picante, sobre todo el curry. El servicio no fue bueno, nos atendió una chica que tenia malas formas. Al curry rojo lo tuvimos que esperar una media hora, lo que no nos dio tiempo a pedir otro plato, las raciones son chicas y queríamos probar los tres iniciales para pedir algo mas. Teníamos muchas expectativas. Comimos bien pero tampoco es increíble. Pagamos 46€ por los tres platos y 4 tercios de Cerveza Estrella Galicia.

Para mí el mejor de vallermoso. Platos sorprendentes y muy buenos a un precio acorde.

Esta cocina está que arde, su toque característico es el picante, presente en casi todos sus platos. Escondido en un rincón del mercado gastronómico de Vallehermoso, donde parece que cada puesto compite por superar a los demás con creaciones gourmet, Kitchen 154 ofrece un menú de fusión asiática con sus propias versiones de recetas clásicas. El local suele estar lleno, así que mejor reservar para ir sobre seguro. Con ese bullicio y el lleno total, entré con muchas expectativas. Desafortunadamente, mi experiencia fue un poco corta. Empecemos con las opciones menos emocionantes. El Dan Dan Lamian, descrito como fideos con albóndigas y especias de Sichuan, no me convenció. Parecía una mezcla diluida entre boloñesa italiana y fideos. No demasiado picante, lo cual agradecí, pero en general, carecía de un sabor memorable, simplemente... Después vinieron los dumplings. En teoría, sonaban intrigantes, llenos de butifarra, carne y kimchi. En realidad, la butifarra era casi inexistente, y la salsa hoisin en la que estaban bañadas no aportaba nada especial. Tenía muchas esperanzas en las costillas, esperando que fueran la estrella del menú. En cambio, fueron otro fracaso. Mucha carne tierna, sí, pero tan rebozadas en kimchi y salsa coreana que solo se percibía un intenso toque picante de barbacoa. No estaban mal, pero no merecían ser considerados un clásico de la casa. Finalmente, la redención llegó con los camarones en salsa de curry rojo. Este plato fue un éxito. El curry logró el equilibrio perfecto entre picante y dulce, incluso me recordó a una buena sopa khao soi. Lleno de sabor, terminé bebiendo la salsa como si fuera una sopa. Las verduras salteadas al wok, los tomates cherry, el arroz y los camarones lo combinaron todo en una suculenta delicia asiática. Sinceramente, volvería solo por este plato. El servicio fue rápido, pero con el personal claramente abrumado por la multitud, se sentía apresurado y mecánico, lo que le restó valor a la experiencia. El espacio era extremadamente reducido, lo que dificultaba disfrutar de la comida con comodidad.