Kàran Bistró en Pozoblanco

Perfecto,esque no puedo decir nada más,ningún pero. Las ostras, la anchoa, las gambas.....todo. El bacalao espectacular. Un 10 al equipo.👍

Sin duda, uno de los mejores restaurantes de los Pedroches. Cocina basada en el producto local, el cerdo ibérico, que tratan fantásticamente bien. Me ha gustado mucho el arroz meloso con morcilla y el solomillo iberico. Buenísima la atención y ambiente muy agradable.

Lugar muy cuidado. Trato excepcional. Platos a muy buen nivel. Ración adecuada y precio razonable. Muy recomendable.

Excelente comida, llena de distintos sabores y distintos matices, donde cada plato sorprende más que el anterior

Como ya es tradición, un año más celebramos nuestra comida familiar en Kàran Bistró. Carlos y Andrea, grandes profesionales y amigos de la familia, nos hicieron disfrutar una vez más con su trato y cocina. El personal de sala, Irene en este caso, es atento y muy servicial. Explica qué comes y cómo se come, para que disfrutes todos los matices de cada plato. Decidimos compartir platos para probar más cositas. En mi caso, destaco de manera superlativa “La Chuleta de Vaca”; aún vivo en ese sabor. Otros platos que probamos como La Tortilla Vaga con Gurumelos, La Croqueta, Las Castañuelas o El Tartar de Atún nos demostraron el buen hacer y el dominio de Carlos en su cocina. Por otro lado, si te gusta disfrutar tu comida con un buen vino, tienes gran variedad en su bodega. Nosotros, por recomendación, bebimos Launa. El broche final, lo ponían diferentes postres. Muy agradecidos por adaptar uno de ellos para un comensal, intolerante a la lactosa. Sin duda, una visita recomendada y deseada.

Excenete ambiente y muy buena carta

Llevaba tiempo queriendo ir y al final aproveche mi ruta en moto. Exquisita comida y mejor servicio . ( dejaros recomendar para pedir , un acierto 👌)

Excelente servicio. La chica que nos atendió fue súper amable y atenta, nos explicó todos los platos y nos recomendó el postre de gin tonic que la verdad si os gusta la ginebra está buenísimo.

De viaje hacia Cáceres, hicimos una escala para comer en Pozoblanco en un sitio que habíamos visto con buenas referencias, el Kàran Bistró.  Es un lugar pequeño pero con una carta magnífica, de esos que dan ganas de pedir un plato de cada cosa para probarlo todo.  Como estábamos en la zona de los Pedroches, famosa por sus carnes, nos decantamos por eso.  Nos pusieron unos deliciosos aperitivos para abrir boca. Y luego, al lío. Un buen plato de jamón ibérico de esos que te chupas los dedos para no perder ni una pizca de grasilla. Los cerdos de aquí son todos negros y pequeños, y se los ve comiendo bellotas en los enormes y preciosos encinares de la comarca. Después, un exquisito solomillo ibérico confitado con puré, membrillo y salsa de carne,  y un tartar de vaca local -retinta-, vacas que se ven pastando a sus anchas por estos valles. Nos pedimos un postre de chocolate con dulce de leche para compartir que estaba de muerte. Acompañamos el menú con un vino ribera muy bueno asesorados por nuestra anfitriona, que estuvo atenta, amable y profesional en todo momento. Lo único que siento es que Pozoblanco esté lejos de nuestro domicilio y no podamos repetir con más frecuencia. ¡Enhorabuena y Felices Fiestas! 🎄

Un lugar acogedor donde saben cómo servir los platos elaborados con productos de calidad . Calidad precio algo desequilibrado, con carta de vinos por encima del precio. La chuleta de ternera la carbonizaron lo que daba un olor y sabor desagradale, lo comunique después de intentar comer lo meno quemado, retiraron la mitad por ester quemada , me dijeron que lo comunicarían en cocina, aún sigo esperando algún tipo de disculpa incluso estando al lado del chef, pero no se olvidaron de cobrarla íntegramente . Es un detalle muy feo y que habla poco de un lugar que pretende estar en un nivel en el cual no puede sacarse a mesa cualquier cosa y menos una cáame carbonizada , que dista de estar sellada y al punto como se pidió. En otra ocasión se me negó una copa tras el café por que cerraban ….. Creo que este lugar no debiera creer que ya ha conseguido la gloria y olvidarse de los detalles en el trato y el servicio.