Kàran Bistró en Pozoblanco

Excenete ambiente y muy buena carta

Una experiencia inolvidable, nos gusto TODO la decoracion el hambien, la comida el servicio,el chico que nos atendio Luis y la compañera un encanto, nos explicaban todos los platos al detalle, y estaba todo buenisimo, y a diferencia de otros restaurantes de este estilo, las raciones eran las correctas no como en otros restaurantes que te ponen 10 platos y te quedas con hambre, pedimos el menu de degustacion de temporada y estaba todo riqusimo LO RECOMENDAMOS 100x100

A veces los km no pesan cuando acabas comiendo en karanbistro, la casa de carlosfmcook. En pleno valle de los Pedroches y en un emplazamiento que hace que pensárselo, tras la visita no puedo decir otra cosa que es que el viaje mereció la pena, y mucho. La visita a su restaurante se caracteriza por un viaje a través de la dehesa y su huerta, ubicada en Alcaracejos, y el respeto y uso de los productos del entorno, jugando con la temporalidad de los mismos a la hora de configurar su propuesta gastronómica. Así la verdura y el cerdo ibérico son los principales protagonistas de sus platos reinterpretado con técnicas modernas que dan una vuelta de tuerca a los sabores más tradicionales. Si a eso le sumas la brasas de encina, hacen la combinación perfecta !!! Increíble..

A veces los km no pesan cuando acabas comiendo en @karanbistro, la casa de @carlosfmcook. En pleno valle de los Pedroches y en un emplazamiento que hace que pensárselo, tras la visita no puedo decir otra cosa que es que el viaje mereció la pena, y mucho. La visita a su restaurante se caracteriza por un viaje a través de la dehesa y su huerta, ubicada en Alcaracejos, y el respeto y uso de los productos del entorno, jugando con la temporalidad de los mismos a la hora de configurar su propuesta gastronómica. Así la verdura y el cerdo ibérico son los principales protagonistas de sus platos reinterpretado con técnicas modernas que dan una vuelta de tuerca a los sabores más tradicionales. Si a eso le sumas la brasas de encina, hacen la combinación perfecta !!! Increíble.

Espectacular en todos los sentidos. Alta cocina en el Valle de Los Pedroches. La propuesta de Carlos Fernández te atrapa desde el primer plato de su menú degustación. Comer en Karan Bistró es comerte la Dehesa en su más amplio sentido de la palabra. Excepcional servicio y ambiente maravilloso en este coqueto restaurante ubicado en Pozoblanco.

Sitio genial, buen trato y buena comida, una atención del 10. Almorzamos como reinas, volveremos pronto seguro 👍

La experiencia no fue tan buena como esperábamos. ¿Por qué? Pues para empezar, nos pedimos el menú "Nuestra dehesa", que empieza con un aceitito para que mojes con pan. Muy rico, eso sí. A la chica que nos puso el aceite se le cayó un poco dentro del vaso lleno de agua, por lo que se lo llevó y lo trajo vacío. No nos puso agua nueva ni nada. Vale. Yo estoy embarazada, le dije que no podía comer lo típico de embarazada y ella no sabía si podía comer algunas cosas o no, con lo cual no "me arriesgué" y no las comí. Había un plato que tenía un vinito (con alcohol) y me dijo que pensara yo si lo quería tomar o no, que una embarazada fue el día anterior y se lo tomó. Obviamente no me voy a tomar algo con alcohol, por poco que sea. A cada plato tenía que preguntar si podía comerlo o no. Considero que en un restaurante de esta categoría deberían saber lo básico que una persona embarazada puede o no puede comer. Por último, en uno de los platos había un pelo, pero no dije nada porque "bueno, un descuido"... pero en el segundo postre había dos pelos más, se lo dije a la chica, que me miró y me dijo: no me digas. Madre mía... Nada más, ni disculpas ni nada. Se llevó el plato y nos dejó esperando más de 20 minutos, mientras discutía en cocina a voces que se oían desde fuera, diciendo "pues ahora sales tú y te disculpas, que estoy harta y yo no voy a dar la cara", a lo que salió el chef, nos pidió disculpas, primero diciendo que perdón "por el pelito y la pestañita del plato". Le dije que eso no eran un pelito y una pestaña, que eran dos pelos en condiciones. Además, le dije que en un plato anterior había otro pelo, y le enseñé las fotos, ya que hicimos foto a todos los platos. Si eso era una pestaña, por tamaño tendría que haber sido de la ternera que nos habíamos comido antes por lo menos, así que nos dijo que no era la primera vez que les ocurría lo de tener un pelo y se disculpó. Vale, pero... no nos trajo el postre de vuelta sin pelo. Debería haberse llevado el postre, como lo hizo, y traer uno nuevo sin pelo, ya que de ese solo me había comido un poquito. Es un sitio de cierta categoría como para que no cuiden este tipo de detalles. En fin, la comida buena, las cosas como son, pero por esto que acabo de contar, no creo que vuelva. Lo siento.

Fantástica experiencia, desde luego que repetiremos. Tanto la comida como el servicio demuestran el mimo de todo el personal y el cuidado por mantener la cocina propia de los Pedroches con calidad e innovación.

Comida espectacular y el sitio muy bien

Comer en casa de Andrea y Carlos es ….otra historia. Es disfrutar de cada bocado . En serio! Es una experiencia sublime! Jopé qué sabores! Qué texturas! Qué presentación! Chapeau!!