Jardín Secreto Salvador Bachiller en Madrid

Servicio rápido, rico y buenos vinos

El sitio es mágico, llenos de detalles…las mesas, las tazas, las copas, el jardín interior…entras a la tienda y muy poca gente sabe que está escondida la cafetería…tardan en atender a pesar de ser pocas mesas…a partir de las 16h en la merienda, puedes pedir el café con galletas en un plato que compras más barato que en la tienda…

Un buen y céntrico sitio para comer o tomar algo. Si acceda por la tienda que hay que atravesar, y subir a las salas de restauración, una primera más pequeña y, un piso más arriba, restaurante que cuenta con terraza.

Sitiouy céntrico y recomendable, el servicio estupendo, y comida para todas las edades

Excelente decoración, buena comida y cócteles muy buenos. Volveré.

Un lugar precioso en pleno centro, yo solo he tomado un café, pero tiene que ser una gozada comer allí!!!

Un sitio bonito donde se come muy bien, además, imprescindible visitar la tienda, es todo divino!!!

Paisaje, vistas y servicio inmejorable, precios asequibles para ser el centro,

Somos un grupo de amigos que venimos de Valencia, Mallorca y Madrid, y nuestra visita a El Jardín Secreto fue una tarde maravillosa. Ubicado en la azotea de la tienda Salvador Bachiller —en la céntrica calle Montera— este bar-coctelería nos recibió como un oasis urbano, con jardines verticales, flores como en un cuento y detalles cuidados hasta el último rincón. El ambiente es realmente especial: ilustraciones florales, tazas vintage, fuentes y una decoración que parece sacada de ‘Alicia en el País de las Maravillas’ . La carta de bebidas es amplia y variada, con cócteles siempre creativos y refrescantes. Nos encantó cómo vienen presentados: desde teteras vintage hasta cubitos de hielo con efectos luminosos que parecen pequeños tesoros . El entorno, en pleno centro de Madrid, es ideal para relajarse después de recorrer Gran Vía y la Puerta del Sol. Es un lugar para charlar, reír y disfrutar, con una atmósfera que atrapa y deja huella. Por poner un pequeño pero: los precios son elevados, algo que ya varios visitantes mencionan , pero personalmente creo que cada detalle —el servicio, la decoración, la coctelería artesanal— lo valen completamente, sobre todo si lo vives como un plan especial entre amigos.

Siempre que vamos a Madrid es parada obligatoria. Son 29€ por persona el Brunch pero vale cada centavo. Delicioso en todos los sentidos y principalmente para el gusto y la vista!