Izakaya en Castelló de la Plana

Espectacular, sitio obligatorio en Castellón, comida diferente y exquisita, con un servicio íntimo, una experiencia increíble. Todos los camareros muy cercanos en concreto me quedo con Daniel que nos ha atendido genial.

Gracias Sergio y equipo! Una experiencia top, increíble, y sobretodo gracias por estar en Castellón...PUES ESO… UN PEDAZO DE EXPERIENCIA GASTRONÓMICA..

De mis favoritos!! Izakaya ofrece una experiencia de una taberna japonesa completa, con comida auténtica y un ambiente acogedor. El trato de todo su equipo es inmejorable. Ofrecen distintos menús según el día de la semana, y mi favorito es el mixto, aunque una vez vayas, querrás probarlos todos!

Una experiencia para vivir, comida espectacular y trato excepcional. Salimos encantados. Volveremos seguro!

Un sitio que hay que ir una vez en la vida. Fue una experiencia gastronoiica inolvidable.RECOMENDABLE. Sergio es una persona muy cercana.

Experiencia inolvidable, te traslada a otro lugar solo con entrar al local y degustar sus platos

Izakaya es un lugar imprescindible si te gusta la gastronomía japonesa. Cuentan con 4 menús: pescetariano, carne, pescado y mixto, y todos son increíbles. Platos diferentes a los que se suelen encontrar en otros sitios, muchísima bebida de importación y, lo más importante, explicaciones de qué comes y cómo se prepara, así como el significado de algunos gestos y platos. Además, el trato por parte del equipo es cálido y familiar. Siempre que vamos nos reciben con una sonrisa y buenas palabras. No perdáis la oportunidad de visitar Izakaya.

Esta será la quinta vez que voy a comer. Hemos ido en pareja, con amigos y con familiares y a todos les ha parecido un lugar excepcional. El local es pequeño pero muy acogedor. La comida solo es superada por la atención del personal, especialmente de Sergio. La calida/precio más que adecuada. Y solo puedo añadir, no os podeis ir sin que os sorprendan con alguna bebida. Os recomiendo el Mio ( ha sido mi mejor descubrimiento)

Fantástico sitio. Le he puesto cinco estrellas a todo y pensaba poner un poco menos en algo para no parecer un familiar o amigo, pero es que la comida, el servicio (lo llamaré de otra forma) y el ambiente son increíbles. Empecemos por la comida. Nosotros fuimos el día que daban el menú de carne y pescado. Cada plato era un acontecimiento y una fastuosa sorpresa. Y no son escasos, uno sale satisfecho. El servicio, que más bien llamaría acompañamiento, es único: cada plato viene explicado por el cocinero que, sin ser pedante ni pesado, te da las claves de lo que te vas a meter en la boca y te prepara para degustarlo. (No es que haga falta, pero yo lo pasé muy bien con esta introducción). Y por último el ambiente, un local pequeño con las mesas en alto para estar a la altura de la barra. Al principio te parece que vas a estar como las gallinas, pero enseguida te olvidas de eso y lo entiendes, porque estás al mismo nivel que el cocinero y, que, como ya he dicho antes, no te sirve sino que te acompaña. Ah, y el sake, qué suavidad y qué delicia. Un sitio estupendo, sorprendente y delicioso para darse de vez en cuando un homenaje.

Siempre 10, siempre cambia, siempre sorprende, siempre nos llevamos, siempre platos nuevos. El local una cuñada. Gracias