In-Pulso Restaurante en Madrid

Fui con un amigo y pedimos prácticamente toda la carta, algo que roza más la gula que otra cosa... No es necesario hacer eso para salir lleno. De los entrantes destaco el pincho e tortilla que se come con cuchara (no es líquido) y tiene una base de pimiento verde. Las gambas al ajillo muy ricas, pero por cantidad-precio no las pediría, creo que era gamba roja y lo que pagas es el producto. El guiso de judias con carrilleras muy bueno, pedimos la media ración. Su versión del clásico bocadillo de calamares de Madrid es un espectáculo, tendríamos que haber pedido uno por persona. Por último un plato principal por persona, y el mío que era atún rojo a la madrileña estaba muy bueno. En resumen, un sitio que hacen las cosas con mimo y dedicación. Entiendo perfectamente la recomendación de Michelin. Lo que me ha fallado es que haciendo esa cuenta entre dos no haya habido aunque sea un chupito de invitación.

La idea de este restaurante me parece única y especial. Un sitio que recupera la comida del siglo de Oro y la renueva para adaptarla a la cocina moderna. Pepitorias, aguaduchos ,carrilleras y todo ello con un precio muy competitivo. Decir que aunque me parezca extraordinario sí que pienso que algunas cosas necesitan una vuelta para ser perfectas así como la decoración y la música que se repetía. Quizá también una carta de vinos por copa un pelín más amplia. Mi plato favorito fue el bocata de calamares.

Muy rico todo, platos diferentes inspirados en la gastronomía madrileña.

Local pequeño y acogedor, una taberna castiza en su versión más vanguardista, y sobre todo muy madrileña. Las gambas al ajillo y el bocata de calamares son obligatorios. Mención al pincho de tortilla, un acierto lo de está versión de un clasicazo. Carta corta pero con sentido, repetiremos seguro. Un chotis de fondo, y unos buenos postres equilibrados acaban esta aventura por la cocina de Alejandro García, mejor cocinero de Madrid 2024 (ojo!). Precios asequibles para hoy en día, y mucha mano conservando los clásicos a su manera.

La comida está muy buena y se nota la intención del chef en rescatar la comida castiza pero con un toque moderno. Súper recomendable la picada de ternera y las carrilleras.

Muy recomendable. Volveremos porque nos gustaría tomar otra vez el bocadillo de chipirones y probar otros platos de la carta, ya que nos quedamos con ganas. Trato excelente y ambiente muy agradable.

Me gustó muchísimo el concepto y cada plato. Recuperan platos antiguos de Madrid con todo el esmero, te explican la historia e ingredientes de cada uno y los tiempos de servicio son muy razonables. Me encantaron las gambas, la trucha, el bocadillo de calamares ( de apariencia golosisima, pero que acaba siendo muy ligero por esponjoso). De postre el Letuario también me sorprendió mucho. En resumen: Muy originales y atentos. Además me recomendaron un vino por copa estupendo (godello con treixadura) y que vino a su temperatura perfecta. Volveré a probar la oreja y el arroz seguro!

La picada de ternera y las gambas buenísimas, pero el atún no me gustó mucho. En general un poco caro para las cantidades de cada plato!

Cena de alta cocina española. Pedí el menú degustación. El chef me explicó cada plato, aunque no lo entendí todo. Estaba simplemente delicioso, y el maridaje de vinos fue excelente. La visita fue el broche de oro a mi visita a Madrid. La iluminación podría haber sido un poco más tenue, lo que habría hecho que el estilo escandinavo fuera más acogedor.

Hacia tiempo que no disfrutaba tanto de una comida novedosa sin duda,al mismo tiempo sin estridencias.. Servicio amable y puesta en escena tal vez un poco justa.. Como puede ser que haya un único vino rosado en la carta ( está bueno) y sea FRANCÉS!!!!…? INEXPLICABLE.. Hay que probarlo../