Horno de asar paco en Los Molinos

La comida está buena, pero no vale lo que cuesta. El lechazo 53€ entre dos y te cobran la guarnicion a parte (10 euros un poco de escarola con granada y naranja y dos puñados de sal). Totalmente sobrevalorado. No volveré

Lo descubrí por casualidad en 1994 y para mí ir es apostar a caballo ganador por todo, calidad, cocina, productos, postres, vinos y trato.

Ojalá pudiera comer aquí a diario

Todo buenísimo, hemos comida de maravilla. El cordero ( que hay que reservarlo) estaba de 10

Desde la atención a la comida todo de 10. Pedimos lechón y estaba riquísimo. Tenían además varios platos fuera de carta y todos super ricos. El lechón y los postres sin duda es lo mejor para pedir.

Hemos ido un par de veces, y en ambas fue una gran experiencia. Y eso que siempre ha sido fuera de temporada de terraza. El local es pequeño y hasta puede resultar un poco agobiante, pero la comida es buenísima, empezando por el lechazo. Tienen muchos postres caseros, y los que probamos eran riquísimos. ¿Caro, como dicen por aquí algunas críticas? A nosotros nos salió a unos 35 euros por persona, y desde luego merece la pena.

Asado de cordero riquísimo, un revuelto de edulis maravilloso y el arroz con leche es supremo

Me ha sorprendido gratamente, soy un friqui del cordero asado y no tenia muchas expectativas en este sitio, sin embargo has sido de 9, y no es un 10 por como Paco corta el cuarto … en eso tiene q mejorar. El resto de 10 sin duda, Calidad 100% y servicio como hacia años q no veia. Un sitio a recomendar sin duda

Es un sitio especial, de los que nada más entrar sabes que solo podrás disfrutar. La atención es buenísima: rápida, atenta y muy educada. Fuimos con un bebé y le atendieron como a una más, jugando y entreteniédola, le regalaron unos trozos de chocolate con los que estuvo un buen rato tranquila. En la terraza, el agua que tienen cayendo por el muro de piedra genera un ruido de calma y tranquilidad que hace un ambiente perfecto para comer. La comida estaba buenísima. Las cebolletas fuera de carta estaban impresionantes y el lechazo muy bueno y muy tierno. Los postres estaban muy buenos pero el flan de queso me encantó. No sólo repetiré, es que llevaré a familiares y amigos. Volví y está vez comí dentro. El ambiente es distinto, te hace sentir como en un sitio de auténtica tradición, como un mesón de los de toda la vida. La atención sigue siendo genial y la comida sigue siendo espectacular. El flan de queso sigue siendo una delicia pero ojo con el tocinillo de cielo, un espectáculo!! Otro volveré sin duda.