Habitual by Ricard Camarena en Valencia

Cocina española sofisticada de Ricard Camarena, el chef más famoso de Valencia. Ubicado en la planta baja del emblemático Mercado de Colón, el interior del restaurante puede parecer formal, pero el ambiente es informal: gente en zapatillas y vaqueros, niños pequeños, etc. Nuestro almuerzo fue excepcional. Es difícil destacar uno en particular, pero si tuviera que hacerlo, serían las zanahorias asadas con salsa Stroganoff, avellanas, mostaza y anís. A 45 € por persona (sin postre), una buena relación calidad-precio.

Nos gusta mucho esta experiencia pero la camarera no es simpática

Magnífica cena en un entorno ideal acompañada de un servicio impecable. La calidad de los productos con una ejecución maestra en la cocina da lugar a los platos excelentes que degustamos. Un maridaje perfecto para disfrutar de los sentidos.

Pedimos la berenjena asada, y salió fría,con la salsa holandesa la verdad que desvirtúa la cocción de la verdura. Bueñuelos de bacalao muy buenos. Alcachofas con jugo de verduras correctas,sabrosas pero quizás saladas de más. Rape bueno y solomillo tierno y jugoso,la guarnición de patatas rica. En la parte negativa,el pestazo a tabaco por parte de un empleado de la sala. Natillas ricas. Vajilla muy mejorable.

Quiero decir que este es mi restaurante favorito en Valencia. Vengo aquí muy a menudo y traigo a todos mis amigos que vienen a Valencia a visitarme a mí y a mi familia. La última vez que estuvimos en este restaurante fue el 13/10 con invitados de San Diego, USA. Envié una reseña muy larga y detallada de mi última visita a través de la sección de comentarios, pero lamentablemente no recibí respuesta. Así que la escribo aquí. Cuando lo visitamos, recibimos un servicio muy poco profesional, lo que me hizo sentir avergonzado frente an mis amigos. Éramos 5: 4 adultos y 1 niño. Nuestro camarero favorito, de la India, por desgracia, no nos atendía ese día. 1. Pedimos platos y la cuenta total fue de 230 euros. Pedí salsa de tomate con las patatas fritas, pero 10 minutos después, tras recordárselo, nos trajeron mayonesa… 2. Me encanta tu plato "1000 Capas de Apio". No estaba en el menú en verano, así que pedí dos raciones. La camarera me preguntó varias veces si realmente quería dos raciones. Y luego me trajeron dos platos a la vez y me los pusieron delante. Es increíblemente extraño. Deberían haber puesto las dos raciones en un solo plato o haberlas sacado una a la vez. Pero definitivamente no deberían haberme puesto los platos delante a la vez. 3. Los hombres pidieron varios platos. Mientras aún comían la ensalada, el camarero volvió y empezó a apartar los platos e intentar colocar los platos calientes. Lo consiguió con dificultad. Pero un minuto después, otro camarero llegó corriendo y se llevó los platos con los platos calientes. Regañó al primer camarero: "¿Dónde traes el siguiente plato si todavía están comiendo el primero?". 4. Pedimos 5 postres, 4 de ellos eran postre de nectarina y melocotón con helado. pero esta vez el postre estaba terrible y se veía completamente diferente a la vez. Y fue realmente insípido. Una pesadilla. Hacía mucho que no me sentía tan avergonzado. Fue un fracaso total. En serio.

Estuvimos celebrando la cena de Navidad de la empresa, y la experiencia fue maravillosa. Sobre todo la atención recibida por parte de Elena. Súper recomendable.

Un restaurante escondido bajo un mercado. Sin duda, vale la pena visitarlo. Comida deliciosa y un ambiente agradable. No es necesario reservar.

Un restaurante escondido bajo un mercado. Sin duda, vale la pena visitarlo. Comida deliciosa y un ambiente agradable. No es necesario reservar.

Reserva para 6 personas, celebración familiar. Conseguimos, con insistencia una mesa cuadrada (tenian dos libres) para estar más cómodos que en una alargada. Precio por persona medio 60€. Pedimos vermuts y casi ni lo pruebas, un cm de vermut en un vaso con un cubito grande, muy caro para esa cantidad. Compartimos entrantes y un plato principal para cada uno. El atún que debía estar acompañado de piparras, se sirvió con unos pimientos fritos, al preguntar, nos dicen que no les deben quedar piparras (???) sin mas, deberían avisar de los cambios. Los platos, los pescados (excepto el atún) y el arroz bastante buenos. Los entrantes lo mejor, (excepto la flor de calabacín que no conseguimos encontrar, era todo queso y rebozado). Postres poco originales. El servicio regular, difícil llamar la atención para pedir alguna bebida, pan o la cuenta. Cocina con buena calidad, pero poco detalle.

Todo lo que tuvimos de principio a fin era delicioso. El servicio fue espectacular y el personal fue muy atento a nuestras necesidades. Nos pondremos mal.