Habitual by Ricard Camarena en Valencia

Vine a este lugar porque había oído hablar muy bien de este chef. Al principio de nuestra experiencia, todo fue encantador. Nos sentimos bien atendidos sin tener que preocuparnos ni un segundo. Elizabeth nos dio recomendaciones maravillosas, y el steak tartar a la mesa fue una experiencia única. Dicho esto, a medida que se acercaba el final de la comida, nos pasó lo mismo con el servicio. Tardaron más de 25 minutos solo en traer la carta de postres, y para colmo, uno de los platos que pedimos nunca llegó... Cuando Elizabeth finalmente vino a nuestra mesa a tomar nota de los postres, le avisé del pedido olvidado, y pareció que le daba más importancia al error que a querer arreglar la situación. ¿Será porque el restaurante estaba lleno y ella estaba ocupada? En cualquier caso, creo que para un restaurante de un chef con estrella Michelin, uno pensaría que quien contrata puede gestionar un restaurante abarrotado. En fin, la comida estaba deliciosa, pero el servicio hizo la experiencia menos agradable, sobre todo porque era mi cumpleaños y estaba de visita en Valencia. Fue un detalle muy bonito que nos trajeran un pastel con vela, pero parecía que solo fue porque tardaron tanto en venir a recoger el postre que habíamos pedido, así que ya no queríamos más. En fin… buena comida. Vale la pena probarla.

Fuimos a celebrar el aniversario de mis padres y tuvimos una experiencia increíble. Tanto el servicio como los platos nos encantaron y estamos ansiosos de volver en otra ocasión.

Es un excelente lugar para cenar, muy buena atención y ubicación, en el mercado de Valencia.

Ricard Camarena, no falla… somos habituales del Canalla pero hoy hemos venido al Habitual. Si canalla es más sofisticado, habitual es de un carácter más refinado, cocina clásica con el punto justo de innovación. Gran calidad en el producto (en todos los restaurantes de Camarena existe) pero aquí es un puntito más. El interiorismo sobrio, con una iluminación acertada. El servicio muy respetuoso y pendiente, excelente como siempre en los restaurantes de este gran chef.

Increíble velada ! Especialmente valorar la atención del personal Especialmente de Amparo Increíble servicio!

Nos permitieron comer con las perritas dentro sin problema. El sitio es muy bonito y acogedor. Los platos llegaban bastante rápido pero los camareros tardaban bastante en venir a atender. Pedimos: - Pan: venía un aceite muy bueno. - Croquetas de jamón: estaban bien pero no me parecieron ninguna locura. - Buñuelos de bacalao: me resultaron bastante salados y con poca consistencia. - Ensaladilla rusa: igual que las croquetas, buenas pero nada destacable. - Steak tartar: acompañado con un pan crujiente fino, me pareció que estaba exquisito. - Arroz con pulpo: muy bueno, aunque las dos raciones algo escasas y no ofrecieron servirlo. - Costillas: el puré de patata muy bueno, la salsa de la carne para mi gusto algo fuerte y la ración enana con respecto al precio y al resto de principales. - Pieza de cerdo: estaba tierno y jugoso aunque algo salado. - Wellington: estaba rico. - Merluza al pilpil: buena aunque salada. - Natilla: estaba rica aunque creo que es arriesgado catalogarla como posiblemente la más rica que hayas probado. - Torrija: muy rica. - Tiramisú: relación cantidad-precio el mejor postre con diferencia, el más barato y es enorme. Para mi gusto el sabor a licor es un pelín fuerte pero aún así está bueno. Precios algo elevados oara mi gusto teniendo en cuenta los aspectos mencionados anteriormente.

Ambiente agradable. Comimos un cabrito excelente. ¡El postre de chocolate completó la comida a la perfección! Los tres vinos que catamos por copas estaban muy buenos. Servicio atento.

Muy buen restaurante de Ricard Camarena en la planta baja del mercado Colón. Nos pedimos dos entrantes, y un arroz y estaba todo buenisimo. Os dejo unas fotos. El arroz en particular muy sabroso y sin pasarse de sal (fallo del que pecan otras arrocerias que le ponen sal a puñados). 1er entrante: Alcachofa frita con straciatella de burrata, harissa, zaatar y trufa. 2o entrante: Habitas estofadas con veluté de jamón ibérico y cocochas fritas. Plato principal: Arroz de Gamba roja al ajillo, brocoli, habitas, judia y espinacas. Cafe y té total aprox 80€.

Me ha decepcionado bastante. Hacía tiempo que quería provar la cocina de Ricard Camarena y esperaba otra cosa. Hemos comido a la carta. De entrantes 3, ensaladilla, buñuelos con salsa de miso y para finalizar berenjena asada. Los dos primeros lo mejor de la comida, la berenjena una pena, han tardado mucho y la han sacado semicruda, de asada tenía bien poco. De principales merluza al pilpil y costilla demenuzada de angus. Mi merluza no tenia nada de especial, y el pilpil estaba seco. La costilla mejor pero adornada con canónigos, no lo he terminado de entender. De postre una de queso bastante aceptable. Los dos 120€. No creo que repita. Local muy oscuro y personal muy amable.

Richard Camarena puede sorprenderle fácilmente con una variedad de platos y su belleza también. Todo sobre la mesa inspiró nuestra imaginación y halagó nuestro paladar. Berenjena asada con salsa holandesa, queso feta y piñones, un poco crujientes y jugosos; maravillosas croquetas de bacalao con salsa miso; inusuales Mil - capa de apio con chantilly y trufa - estos fueron nuestros entrantes; los platos principales fueron Wellington de pechuga de pollo de gama libre, duxelles de hongos y espinacas cremosas, y pescado monje a la parrilla con salsa meunière y acelgas con mojo pistacho. Solo uno de nosotros podía, después de todo, comer el postre, que era sándwich de helado “Turrón” con crema de limón, pero todos lo probaron y fue brillante. Solo una cosa podría ser mejor - Zanahorias asadas con hongos salsa Strogonoff, avellanas de duka, crema de mostaza y anís estaba un poco seco.