Granier - Cea Bermúdez en Madrid

Las opciones de salado son mucho más caras que las de dulce. Se aprovechan mucho porque han ido subiendo los precios y ahora están muy caros. Aún así es una opción a considerar frente a las cafeterías y bares de la zona por el precio. Las que atienden van cambiando y en su mayoría no tienen buenas formas. Una vez pagué el dinero que valía mi consumición y la cajera se puso a reclamarme que le había dado un billete y monedas en vez de otras (cuando ya las había metido en la caja). Les deben pagar poco... El ambiente es más espacioso porque para decorar usan el viejo truco de poner cristales en el interior. Los cristales exteriores dejan ver la calle y da una cierta sensación bucólica. Se ve la

He ido varias veces. El lugar es agradable y los desayunos están buenos, pero tienden a ser muy lentos y a ser muy escuetos. Evitan hablar (y lo respeto), pero, o hay problemas con el reparto de trabajo o algún otro problema tienen. Buen lugar para pasar de vez en cuando pero más un plan B.

Entiendo que el agua congelada (hielo) es muy cara (entiéndase la ironía) pero si venden café con hielo, lo que no se puede es echar solo uno y que lo que parece un buen café se convierta en café aguado, por lo demás bien sitio para desconectar un rato

La atención fue normal, pero si tendrían que cuidar la vajilla y cambiarla, porque tanto la taza como el plato están despostillados.

Tienen cosas muy ricas, pero la atención no es muy amable y las bandejas no están limpias.

Agradable local, con mesas junto a sus grandes cristaleras. Camareras muy pendientes de que la clientela no espere. Café cortado flojillo. Cruasán bien horneado, pero insulso. Precio total 2,80€ / 28/04 Olvidé que pasé por aquí anteriormente. Misma valoración: cortado flojo, cruasán pequeño azucarado con masa cruda, regulara cañita con chocolate. 4€. El plato donde me sirvieron bollería no podía estar más malogrado. Acceso a local con rampa (aunque con pequeña altura inicial; baño limpio y accesible)

Lamentable lo que hemos vivido hoy mi mujer y yo. Estando en la cola (siendo los últimos) se les ha caído una bandeja con porras y chorros al suelo, en vez de tirarlos, se han reído, los han recogido, y los han vuelto a poner en la bandeja para servirlos. Llevamos más de 3 años desayunando allí, y jamás habíamos visto esto… algunas chicas de allí tienen mucha dejadez. Entiendo que el sueldo sea malo, pero trabajas con alimentos. Increíble…

Gabi genial nos atendió estupendamente, muy amable y estuvo para nosotras con todo. La comida rica volveremos seguro

Café bien tirado paso estrecho a personas con movilidad reducida

Un buen punto para tomar tu café y tener una buenas vistas del lugar