Gaman en Madrid

Muchas gracias por la experiencia entre ls comida y el servicio de dani, liz y gabriel el ambiente todo complementa para un gran lugar

Muy buen servicio y rica comida

Todo muy rico! Lo recomiendo. La comida muy buena, fuimos al buffet de niguiris. Muy buen servicio.

Todos los niguiris estaban increíbles, el personal fue super amable. Nos quedamos con las ganas de probar cosas de la carta ya que fuimos al buffet de Niguiris! Lo recomiendo muchisimo

La experiencia fue espectacular. La comida está increíble y se nota el nivel desde el primer plato. Además, te explican cada ingrediente y cómo está preparado, lo que hace que disfrutes aún más cada plato. De primeras puede abrumar un poco la cantidad de opciones que tienen en la carta, pero pedimos recomendación y nos asesoraron de maravilla. Todo lo que probamos estaba muy bueno, especialmente el niguiri de anguila y el ceviche de atún, que fueron de lo mejor. El sitio es tranquilo, íntimo y perfecto para una cena relajada. Sin duda, un restaurante muy recomendable si te gusta la cocina nikkei y te apetece probar algo diferente y bien hecho.

Comida excelente. Realmente te sientes como si estuvieras en Perú.

Buena experiencia en la barra. Menú divertido, con platos muy buenos. Algunos niguiris algo flojos pero en general, merece la pena. Local agradable y servicio amable. Lo mejor, el itamae Mark y su autenticidad.

Gaman by Luis Arévalo es uno de esos restaurantes en Madrid que te recuerdan mucho después de comer. Desde el momento en que entras, la cálida iluminación y el ambiente minimalista crean un ambiente tranquilo y elegante que marca el ritmo de la experiencia. Puedes sentir la precisión japonesa y el alma peruana fusionándose incluso antes de que llegue el primer plato. Empezamos con las gyozas, y fueron inolvidables. Perfectamente selladas, jugosas por dentro, y terminadas con esa salsa característica por la que Luis Arévalo es conocido: ahumadas, sabrosas y equilibradas, de una manera que te invita a pedir otra ronda. Cada bocado tenía ese toque reconfortante y sofisticado que hace que la cocina Nikkei sea tan apreciada. Los tiraditos eran increíblemente frescos, con una acidez brillante y texturas ricas que se abrieron maravillosamente al paladar. Se nota que los ingredientes están tratados con cuidado; nada es abrumador, todo se siente intencional. Es el tipo de plato que te recuerda lo bien que pueden ser las preparaciones crudas cuando se hacen con técnica y respeto. Los nigiris y makis fueron igualmente impresionantes. La textura del arroz, el corte del pescado, el sutil toque de salsa, todo se conjugaba con la disciplina de la gastronomía japonesa, pero siempre con esa identidad peruana. Es un estilo que Luis Arévalo ejecuta con total seguridad. Los platos calientes aportaban confort y calidez, llenos de umami y profundidad. Hay un hermoso equilibrio entre cítricos, especias y riqueza, y cada plato llega con la apariencia de haber sido diseñado para ser fotografiado. Este es un lugar donde el emplatado realmente combina con el sabor. En general, Gaman se siente refinado sin ser pretencioso, creativo sin perder autenticidad y consistentemente delicioso de principio a fin. Es un restaurante que refleja maestría, donde la técnica, el sabor y la intención se unen sin esfuerzo. Ya seas un amante de la gastronomía, un fanático de la cocina Nikkei o simplemente busques una cena inolvidable en Madrid, Gaman by Luis Arévalo definitivamente merece una visita.

Estuvo rico, una atención correcta... pero no cumplió con las expectativas vertidas en relación con el reclamo mediático que tiene. Nada malo a destacar, pero esperábamos que nos hubiese sorprendido.

Me lleve una buena impresion de la comida, muy deliciosa. Recomiendo el sudado de pescado con curry verde, estaba buenisimo. Lástima que no tienen pan en este restaurant, pues este plato era para mojar pan y saborearlo hasta el final ! Para mi estos pequeños detalles cuentan mucho. Frecuento buenos restaurantes y este es el primero donde no encuentro este basico elemento, por tanto mi nota no es la mas alta, pero se acerca.