Filandon en Madrid

Un lugar con una decoración preciosa, sobre todo en época navideña, atención maravillosa, pero para mi punto de vista demasiado caro en relación calidad-precio, la comida nos ha decepcionado un poco, para nuestro gusto todo bueno pero no con la calidad ni preparación acorde al coste.

Sitio muy agradable. Muy buena comida y muy buen servicio. Llevo años viniendo y volveré.

Se ha convertido en un sitio inmenso e impersonal

La comida muy buena, el servicio no tanto a la altura porque pasamos sed, muy agradable pero con muchas mesas, eso hace que el servicio no sea del todo el adecuado y no te atiendan correctamente.

El sitio es precioso. Toda la comida estaba riquísima. Pedimos croquetas, ensaladilla rusa, steak tartar, pulpo y solomillo. Repetiremos seguro

Atención excelente, comida de calidad. Profesionalidad, rapidez..es difícil sacar un defecto a este sitio

Demasiado valorado, es bueno, pero carísimo y con estancias muy grandes.

No lo conocia, fuimos en navidades y parecia una boda por la cantidad de gente. Nos hicieron mover una mesa de 9 personas a pulso. EL pescado a la brasa bueno pero con mucho aceite. Lo mejor los postres.

Espectacular restaurante, con varios ambientes tanto interiores como exteriores y además reservados. Comida 5 personas y fue de 10. Comimos unos cuantos entrantes a compartir muy buenos (croquetas de carabinero, descargamento de atún con soja y huevo frito, mollejas de cordero lechal, etc.) y de plato principal , 2 besugos, 1 pez limón, 1 ceviche de gamba roja, 1 cogote de merluza, etc., más postre, dos botellas de vino Rioja Marqués de Riscal reserva y dos gin tonic. Total 435€. No es barato, pero el lugar y calidad merecen la pena. Volveremos.

Éramos 2. Es la primera vez que vamos. Local gigante cerca de la carretera, tienen mucho espacio para aparcar. Está adaptado. Pedimos estar dentro por que hace mucho calor para una terraza pero tenía una pinta muy maja la terraza. Dentro, la actividad era frenética: estaba lleno y hay mucho lío de aquí para allá. Mucho ruido para nosotros. Esperábamos otra cosa. Las sillas no tienen reposabrazos y, a mi eso, no me gusta. Con el tiempo, se me hace incómodo. Pedimos una jarra de sangría. Muy rica. Hubo un problema al principio. El metre quiso servísnosla él y tiró sangría por la mesa. No tuvo la amabilidad de ponerme otro plato. Compartimos un alguacile de gambas rojas y una tortilla vaga. Muy ricas la 2 cosas. Después 2 Pitxin sin guarnición. También muy bien. Y, a partir de aquí, empezó el rollo. No venían a preguntarnos por el postre. Por fin llamamos nosotros a algún camarero. Tomamos filloas y fresitas. Muy ricos los dos. Cafés. Y otra vez esperar por la cuenta. Baños limpios. Pagamos 185 euros.