Eneperi Jatetxea en Bakio

No es una buena acogida, lo positivo es que no es muy caro para la ubicación.

Las tapas buenas, pero el servicio deja que desear, ni una palabra del camarero y menos una sonrisa, nunca había visto un servicio tan deplorable.

Faltan indicaciones para saber cómo funciona el restaurante. Nadie te informa y no hay carteles. Estuvimos un rato en la mesa esperando a que alguien nos atendiese, pero no atienden en mesa. Mucho ruido y calor dentro. La comida estaba buena

Un sitio muy bien situado para después de visitar Gaztelugatxe.

Buen opción para tomarte algo rápido o un café después de la caminata, la oferta gastronómica es meramente turística (común).

Comida excelente, con vistas inigualables

No es barato, pero la calidad lo merece y además el entorno no tiene comparación. El joven personal de lo más profesional. Gracias.

Lamentablemente todos los bares y restaurantes están cerrados, el único abierto es un quiosco situado en la entrada,

La ubicación es excepcional cerca de la ermita de San Juan de Gaztelugatxe. Tiene tres ambientes diferentes: uno más tradicional en el antiguo baserri donde se ubica el restaurante, otra una ampliación acristalada con vistas al mar que da servicios de cervecera y una parte exterior descubierta que también funciona como cervecera. En esta ocasión optamos por el restaurante. Tienen un menú de fin de semana por 40 € (sin bebida), aunque elegimos comer a la carta. Pedimos dos entrantes y en vez de sacarlos al medio lo que hicieron fue dividir la ración entre los tres comensales y emplatarlo para cada uno. Muy destacable en los Txipirones y vieras a la plancha con crujientes de tinta. Los segundos excepcionales, desde el Rabo de ganado mayor relleno de pato con lamina de foie y tosta de manzana y membrillo (tal vez el plato más redonde que probamos), pasando por un Solomillo de ganado mayor a la brasa perfecto en el punto que se había pedido o la Cola de merluza rellena de láminas de pulpo y hongos sobre salsa de chipirón que estaba también muy buena. Nos gustaría destacar también el servicio formado en su mayoría por gente joven, con ganas, y muy amable. El precio, acorde a la calidad ofrecida.

Ubicación extraordinaria pero servicio muy simple. Los pintxos, sin ser malos, son muy del montón. Una lástima que un sitio así ofrezca tan poco.