els 4 Gats en Barcelona

El restaurante modernista más antiguo de Barcelona... Pablo Picasso lo frecuentaba a la edad de 17 -18 años juntos con escritores y artistas de la época. El lugar conserva la decoracíón típica del modernismo Catalán, tiene muchísimo carisma y encanto y el menú no decepciona. Sencillamente, no se puede dejar de visitar!!!!

Un domingo bien aprovechado. Una buena recomendación de vino... Un ambiente muy agradable. Muy recomendable 10/10.

Fuimos a comer para celebrar los 88 años de mi madre y reservamos a las 15h pues por trabajo no podíamos ir antes. ¡Todo iba bien con los entrantes pero el segundo plato tardó una hora de reloj! Se ve que sobre las 16h marcha buena parte del servicio y nos "abandonaron". Otras mesas que llegaron más tarde se marcharon antes que nosotros... ¡Si esto no fuera suficiente, a la hora del postre empezaron a cerrar las luces y el café lo tomamos casi a oscuras! Nosotros no teníamos la culpa de haber entrado a las 15h y salido a las 17:30h!!! Un camarero nos informó de que a determinada hora deben cerrar luces aunque haya gente recién comida. Nos fuimos sin disculpa alguna por parte del restaurante. Al salir, resulta que en el comedor de la entrada había un montón de gente comiendo y con todas las luces encendidas sin problema. ¡NO ENTENDO NADA! El local precioso. La comida muy buena, pero nos decepcionó mucho a la organización. No era la primera vez que íbamos pero creo que tardaremos MUY en volver.

Tomamos una crema brulée, muy rica. El lugar era muy tradicional. Aconsejado

La comida y el ambiente son excelentes. Necesitas una reserva, se llena rápidamente. ¡Es una obligacion intentar!

Tuvimos una cena encantadora en Els 4 Gats. La comida era deliciosa y el servicio era bueno. Un poco más caro pero definitivamente vale la pena la experiencia. ¡La música en vivo también lo hizo muy agradable para nosotros!

Buena atmósfera . comida normal Buena bebida Precio alto Servicio correcto (pidieron propina)

Siempre que hemos comido en este restaurante, nos ha gustado todos los platos. El ambiente es tradicional y la decoración costumbrista. El precio va de acuerdo con su calidad.

Merece la pena visitar el local aunque solo sea por saber qué lleva ahí más de un siglo y era lugar de encuentro de personajes memorables. Lo único, tomate lo que sea menos un vino.

Locale storico nel quartiere gotico di Barcellona aperto nel 1897 ricco di storia e eccellenze. Frequentato da un Picasso giovane verso il 1900 assieme agli artisti catalani di quel tempo, ha mantenuto quel sapore autentico e vissuto che doveva avere in quei primi anni. Una vera gioia per gli occhi. L'ingresso stupendo dove legno e dipinti la fanno da padrona, è riservato per un pasto veloce con tapas e vino. Il salone da pranzo, incantevole, è davvero un piccolo gioiello. Arredato con gusto, quadri alle pareti che ricordano gli anni frequentati dagli artisti di inizio secolo, pulito, servizio inappuntabile, camerieri in divisa, musica jazz in sottofondo piacevole e un menù variegato nel quale poter scegliere piatti della cucina spagnola. Noi abbiamo assaggiato la paella con il pesce. Buonissima. Prezzi elevati ma assolutamente giustificati, a nostro avviso.