El Trocito del Medio en Valencia

Si queréis beber vino, este no es vuestro sitio. 4,90€ una copa de protos fulera, atraco.

Imperdible al medio dia Los platos son exquisitos!!!!

En mi opinión, la calidad de los bocadillos ha bajado en estos últimos años

Comimos un día entre semana, el miércoles pasado ya que estábamos visitando la zona, ubicación genial y fue de casualidad por que vimos una mesa libre ya que íbamos con carro de bebé, una niña , perro grande y dos adultos . Estaba reservada y en cuanto nos vieron nos dieron una mesa . Hicimos el menú de 3 entrantes , y elegimos el arroz meloso de gambas y sepia . Todo bien hecho con gusto y en su punto . Muy bueno . La atención por parte de los camareros genial , rápidos y estaban atentos a todo. Calentaron la comida del bebé, sacaron agua para la el perro y la peque compartió con nosotros. Sin duda , cuando estemos por valencia será nuestro sitio al que volver . Destacar el detalle de preguntarnos si podían comer chuches y al decirles que sí, le sacaron un platito a la de 4 años. Así da gusto salir a comer . No esperaba tanto de un sitio tan “ turístico y céntrico “ . Recomendable sin duda. Gracias , y felicitaciones al equipo y chef .

Muy bien atendidos nos enteramos qué lo que compres en el mercado central te lo hacen a la plancha te cobran un precio que está muy bien. Compré unas gambas y langostinos,luego comimos una paella. Lo recomiendo.

Cervecería, Restaurante, rodeado de monumentos en pleno centro de Valencia, Mercado, I. Juanes y Lonja de la seda. Agradable, muy buen servicio, profesional y su comida me hizo repetir varios días.

El almuerzo es una especialidad valenciana, pero me decepcionó un poco. Aun así, lo recomiendo.

Buena comida, abundante, excelente relación calidad-precio. Muy céntrico. El personal es joven, amable y agradable. Excelente almuerzo; volveré con gusto.

Un bar de almuerzos de referencia, con bocadillos batalleros de gran calidad, pero lo que realmente hace especial la visita es la atención de Cristina la camarera del comedor de enfrente del bar, que con su simpatía, eficacia y rapidez hacen que cada cliente se sienta atendido como en casa. Cristina siempre tiene una sonrisa, gestiona con agilidad incluso cuando el local está lleno y transmite una energía positiva que se agradece. Sin duda, camareras como ella marcan la diferencia en la hostelería. ¡Ojalá hubiera más Cristinas en cada bar!

Restaurante muy concurrido cerca del Mercado Central; fuimos a almorzar un par de veces durante nuestra estancia y disfrutamos de una muy buena selección de platos de tapas y jarras de cerveza. Buen servicio y precios razonables