El Tormo en Madrid

Buena comida castellana. Menú degustación y listo. Estos no son restaurantes en Moscú o San Petersburgo. Nada me sorprendió, la presentación fue normal. Todo está delicioso, pero sin ninguna delicia. Hay suficientes descripciones antes. El restaurante estaba lleno, todas las mesas ocupadas. Mi almuerzo duró dos horas, con descansos mínimos; la propia Clara lo servía y hablaba de la comida todo el tiempo. ¿45€ es demasiado para 7 platos? Yo los clasificaría como el precio de cafeterías y restaurantes corrientes, por un plato hasta 5-7 €, tal vez mousse y codornices por 9 €. Pero así es como resulta. Conocí la cocina castellana. Gracias clara. ¿Se lo recomendaría a alguien? Si te gusta algo inusual y simple, ¡entonces sí! Si necesita delicias, existen restaurantes de este tipo en Madrid. Bueno, San Petersburgo y Moscú son, por supuesto, los mejores hoy. ¡Los restaurantes en estas ciudades marcan tendencia en comida deliciosa! Muy buen ambiente y te sientes como en casa en casa de Clara. Gracias, Vladimir, desde San Petersburgo.

Más excelente no podía ser. En todos los sentidos!

Estupenda experiencia de recuperación de platos tradicionales manchega, pero renovadas y acondicionada a nuestros estómagos actuales. Clara y su equipo han realizado un gran trabajo y nos ofrecen degustar esos platos en riesgo de desaparecer. Gracias por este esfuerzo y continuar así muchos años.

Es difícil elegir en Madrid lugares para comer, por la variedad y calidad de opciones. Este restaurante de comida manchego-castellana sin dudas debería figurar en la lista de los amantes de la buena gastronomía. El menú de pasos, cada uno explicado por Clara con calidez y esmero, es una excursión guiada a la historia gastronómica de la región y una fiesta para el paladar. Buenas opciones de vino en copa para acompañar, en un ambiente muy agradable, cada detalle vale la visita. Volveré sin dudas!

Espectacular el menú degustacion con que nos sirvieron, todos los platos de 10,en especial el morteruelo, recomendado 100% restaurante de comida castellano manchega

Un restaurante pequeño, sin pretensiones y con estilo. El propietario y también el chef te explican muy bien la comida del menú sin aburrirte y te ayudan a entender si te agrada o no. Su cara sonriente y su amabilidad son admirables. Esta actitud te hace sentir muy valioso y feliz. Fue genial degustar platos elaborados con recetas tradicionales y centenarias, y cerrar con un postre ligero pero muy rico y un licor casero. Tuvimos una comida excelente con mi esposa y mi hijo. Ahora me doy cuenta de que solo tomamos dos fotos de toda la comida. Definitivamente nos gustaría volver.

Sencillamente espectacular! Nos apetecía muchísimo comer bien, de cuchara, y dimos con este sitio de casualidad. Clara nos atendió con todo el cariño y cercanía del mundo, el menú consistía de 6 pases, todos originales, materia prima buenísima y a fuego lento, como se hacen las cosas. El morteruelo, los gazpachos, y la mousse de queso manchego con membrillo increíbles. Una cocina de toda la vida, con amor, cariño y mucha atención, de la que disfrutar, en lo que parece el salón de una casa, cálido y acogedor. Para volver algún día ✨

Un restaurante muy familiar con comida tradicional española, el propietario dijo que presentó recetas muy detalladas y el origen de cada cocina.

Tuvimos una reserva en El Tormo ayer y nos quedamos tan impresionados por la cálida hospitalidad y pasión del personal. La anfitriona era increíblemente conocedora y se tomó el tiempo para explicar el menú en detalle, mostrando tanto orgullo en las ofertas del restaurante. Su atención y entusiasmo genuino nos hizo sentir inmediatamente como en casa. Desafortunadamente, debido a un cambio inesperado en los planes, no pudimos quedarnos a disfrutar de lo que estamos seguros habría sido una comida increíble. Dicho esto, el ambiente era acogedor y acogedor, y el menú reflejaba platos auténticos y cuidadosamente elaborados. Ya estamos deseando regresar cuando nuestro horario lo permita, está claro que El Tormo es un lugar donde brillan tanto la comida como el servicio. Recomiendo encarecidamente esta joya para cualquiera que visite Madrid!

El anfitrión fue muy bueno en informarnos sobre la comida y sus orígenes. Tuvimos la comida de 9 platos y la mayoría de la comida era muy sabrosa, especialmente su versión de la ratatouille. Supongo que los postres fueron un fracaso ya que no era tan bueno. En general disfrutamos de la experiencia. La factura era de 92 Euros, que es un buen precio para los estándares de Madrid.