El Refugio de la Vega en Alpedrete

Fuimos por las reseñas pero poco se habla del carácter del dueño, no volveremos porque no estuvimos cómodos, sinceramente. La comida estupenda, eso si. Nosotros reservamos online, aun así llamé para avisar que iba con un carrito de bebé y para preguntar si tenían trona. Según llegamos nos ve y nos dice que con carro no entramos en el comedor, que no cabía y no podiamos pasar a comer, así sin más, ni buscando soluciones. Y nosotros explicándole “el carro se pliega, tranquilo” pero vamos que “he llamado para avisar que iba con un bebé”...Le decimos que como llegamos un poco antes de la hora de la reserva , que ibamos a tomar un aperitivo en las mesas de fuera antes de pasar y nos dice “tenéis 10minutos exactos porque teneis la reserva a las 14h” , a todo esto el restaurante VACÍO dentro, a esa hora comimos solos. No entiendo las prisas. Luego mientras comemos unos torreznos mas bien duritos, llegan tres amigos que tenían una reserva dentro y al final venían con un perro, y le preguntan al dueño que si pueden comer fuera porque van con perro. LITERALMENTE las palabras del buen señor fueron “pero como me hacéis esto???? Me estais haciendo UNA PUTADAA dejándome ahora una mesa dentro sin reserva!!!!” Y ellos “perdone ya, pero solo es cambiarla a afuera” (todas las mesas de la terraza vacías y no les deja comer fuera y se tienen que ir). Que conste que entiendo que si vas con perro tienes que avisar obviamente, lo que no entiendo son las formas de hablar de ese señor a unos clientes (no me tengo porque enterar de esta trifulca disfrutando de un vino al sol con mi familia) ni que no les deje tomar algo fuera si lo tenia todo vacío..aunque obviamente se reserve el derecho de admisión. El caso es que ya después de ver el trato de este hombre en tan solo 10minutos que llevamos ahi, mi pareja me dice que nos fuéramos a otro sitio mas tranquilos sin agobios, pero no había muchas mas opciones en pleno puente de Diciembre y a la bebé le tocaba comer asique nos quedamos. Al entrar este señor me pregunta “donde se va a sentar la mamá? Para ponerte la trona al lado?”, no esperaba menos de este señor que supongo que no sabe que “los papás” hoy en día tambien dan la comida a sus criaturas, no solo las mamás. Nuestra mesa la única sin aperitivo servido como las demás. No sabemos por qué, pero nos dió igual. Pero bueno..dejemoslo ahí. Luego el hombre para hacerse el atento nos preguntaba “ que tal estan? Bien? La temperatura bien?” Pero eso no nos quitó el mal sabor de boca de la primera impresión nada mas llegar. La comida MUY BUENA, el resto de personal AGRADABLE. No pedimos postre y nos fuimos a un bar muy animado cerca de ese restaurante a tomar las copas de sobremesa donde nos encontramos a los amigos a los que no había dejado tomar algo por el perro…jajaja

La comida espectacular (el cocido es un manjar), el trato y la amabilidad, exquisitos. Muchas gracias, volveremos seguro!!

No lo conocíamos y ha sido un gran descubierto. Fuimos a comer cocido montañes y estaba espectacular, y además muy abundante. Sin duda volveremos para probar el chuletón. Pedro y Beatriz encantadores.

Nosotros somos clientes asiduos. El cocido montañés está exquisito, la carne ídem, las patatas revolconas, las sardinas ahumadas, los postres caseros . Calidad precio absolutamente recomendable, en un ambiente perfecto para estar en la sierra, sin turnos de comida, dedicándote el tiempo que necesitas para una sobremesa en familia, sin agobios, con una terraza perfecta para un aperitivo previo...

Más de una hora esperando desde la hora de la reserva. Pidieron disculpas, pero echando la culpa a alguien de su personal, un detalle bastante inpropio de un negocio responsable..., el servicio no lo da una persona es la empresa y echar la culpa a un subordinado no es lo correcto.... se asume, se pide disculpas y se inyenta agradar. Todo lo contratmrio, a pesar de esa espera no tuvieron ni un detalle, como no cobrar los cafés por ejemplo, que no les cuesta casi nada... en fin, dificil que vuelva. (Visitado el 13 de septiembre, reserva a las 14:30, llegamos a las 14:34, y terminamos a las 17:54)...

El sitio es súper acogedor, una decoración a la antigua y muy bonita, el dueño es un amor de persona y la mujer de el dueño también es un amor la comida está buenísima y te atienden super bien (10/10) y lo único malo que tiene el local es que es dicifil aparcar

Asido una gran experiencia y me gusto mucho merece muchísimo la pena ir allí y hay un buen ambiente entre camarer@ y cliente

Estábamos hace unos días viendo en mercadillo medieval de Alpedrete y se nos hizo la hora de comer, no teníamos nada reservado y nos acercamos a este restaurante que vi que tenía muy buenas opiniones. Nos atendieron amabilísimamente y nos asignaron una mesa en la parte alta del salón. Vinos que destacaban su especialidad en cocido montañés, le preguntamos al dueño y no lo aconsejó sin dudar. Un absoluto acierto, calidad de primera en producto y cocina, generosos en cantidad que no se hace pesado, de esas comidas que recuerdas para bien durante mucho tiempo. El local es acogedor, la atención de primera y el precio ajustadísimo. Sin duda volveremos y espero que sea muy pronto

Estábamos hace unos días viendo en mercadillo medieval de Alpedrete y se nos hizo la hora de comer, no teníamos nada reservado y nos acercamos a este restaurante que vi que tenía muy buenas opiniones. Nos atendieron amabilísimamente y nos asignaron una mesa en la parte alta del salón. Vinos que destacaban su especialidad en cocido montañés, le preguntamos al dueño y no lo aconsejó sin dudar. Un absoluto acierto, calidad de primera en producto y cocina, generosos en cantidad que no se hace pesado, de esas comidas que recuerdas para bien durante mucho tiempo. El local es acogedor, la atención de primera y el precio ajustadísimo. Sin duda volveremos y espero que sea muy pronto

Sitio muy agradable y bien atendido. Recetas con aires cántabros muy conseguidas. La tarta de queso imprescindible. Muy tecomendable