El Llagar en Madrid

Llevo desde 2003 viviendo en Canillejas. El Llagar es sin duda el mejor bar restaurante del barrio. Esta vez nos atendió Nico, una chica superatenta y competente, diligente y muy cordial, un diez para ella y su sonrisa ☺️

La comida muy rica, la atención del personal muy buena

Me ha gustado mucho el sitio para cenar. Comida asturiana en pleno Madrid y con muy buena atención y precios. Y además de poder tomar una buena sidra tienen 1906 de Estrella Galicia.

El sistema de escanciar la sidra está muy anticuado

Muy buena atención, todo muy rico y bastante bien de precio. El cabrales muy recomendable así como sus croquetas y carne

Sólo tomé un refresco. Sería injusto opinar sin conocer a fondo todo lo que ofrecen. Lo siento.

Es la primera vez que asisto a este restaurante y simplemente estoy deseando volver. El menú que tomamos, simplemente espectacular: pastel de cabracho (entraba solo) , queso cabrales con gelatina de sidra (me encantó), chorizo a la sidra, revuelto de morcilla y croquetas de jamón (en comparación con el resto, lo más flojo). De platos principales tuvimos xa elegir entre lubina, entrecot y cachopo (este xa 2 personas mínimo, eran una pasada verlos en la mesa). Por último un variado de postres, a destacar la tarta de queso y el arroz con leche. No se puede dejar a un lado ese pedazo de pan de cereales, riquísimo, tierno, esponjoso... La calidad de la comida y el servicio, de 10. Por poner alguna pega, el local en su planta superior podría retocar algunas grietas en la zona del techo y restituir algunos focos de luz inhabilitados que observé durante la comida.

Buen lugar para comer y tomarte unas sidras

Un poco caro, pero el mejor restaurante del barrio. Y su sidra está buenísima.

Conocimos este lugar por una aplicación que se llama Gastrik, y la verdad es que nos gustó. Nos sentaron en la parte de arriba, la cual tenía una linda vista de la plaza. Adicionalmente, a pesar de estar lleno de 3 familias grandes, el sonido no se volvió abrumador, sino que igual pudimos tener nuestras conversaciones sin problema y sin necesidad de gritar. El servicio fue excelente! Cada vez que pasaban por la mesa tenían una gran sonrisa, y nos hicieron sentir muy a gusto. Pedimos un chorizo a la sidra de entrante, que comparado con otros que hemos comido, nos gustó más porque no nadaba en grasa sino en sidra, así que fue muy agradable. También pedimos unos buñuelos de bacalao que estaban realmente increíbles, fue lo que más nos gustó de la comida. Sin embargo, nos pareció bastante costoso: 16,50 euros por 7 buñuelitos (era plato recomendado entonces no estaba en la carta y no supimos el precio hasta que llegó la cuenta). Finalmente, pedimos un cachopo, el cual estuvo bien para compartir entre dos (hasta nos sobró un poco para llevarnos a casa), y del cual salía el queso derretido super divinamente. Obviamente, por el precio, no es un sitio para ir todos los días, pero está muy bien para alguna ocasión especial o para un domingo diferente 😊