El Jardín del InterContinental en Madrid

¡El modesto encanto del lujo! Como dijo una vez Coco Chanel: "Le luxe, ce n'est pas le contraire de la pauvreté mais celui de la vulgarité". Durante mi reciente visita al Hotel InterContinental Madrid, finalmente entendí lo que Coco quería decir con esta cita. Todo en el hotel era estéticamente agradable, desde las puertas que daban al enorme vestíbulo hasta la terraza de la azotea. Hubo un equilibrio perfecto entre el interior, el servicio, la calidad de la comida y las bebidas, lo que me dejó completamente satisfecho. A pesar de los altos precios, era imposible decepcionarse porque entendí exactamente lo que estaba pagando desde el primer minuto de mi estancia. Sin entrar más en elogios a este hotel, me gustaría añadir algunas observaciones como empleado de la industria del lujo. Casi todo el personal tenía entre 45 y 75 años, lo cual fue fantástico por dos razones. En primer lugar, no me sentía como un viejo desastre ya que estaba rodeado de gente de mi misma edad. En segundo lugar, estos miembros del personal tenían mucha experiencia en la vida, lo que los hizo sabios y capaces de entender muchas cosas con media palabra o sin palabras. Por ejemplo, sabían lo que quería pedir en un restaurante o que no necesitaba servicio adicional en el lobby. Fueron útiles, pero discretos. Todo el personal tenía etiquetas con sus nombres que indicaban los idiomas que hablaban, lo que me ayudó a evitar la vergüenza o a encontrar a alguien que hablara mi idioma nativo. El diseñador del hotel también merece un elogio especial, ya que el estilo clásico estaba impecable. A veces, me sentía como si Jack Nicholson estuviera sentado en el vestíbulo tomando una taza de café y Tim Roth estuviera de pie en el mostrador de recepción. En general, todavía estoy impresionado con mi viaje y definitivamente regresaré a este hotel nuevamente.

Excelente hotel. Un poco antiguo pero muy bien mantenido. El personal es absolutamente increíble y, como miembro embajador de IC, me ofrecieron una botella de cava en mi habitación, ¡lo cual es un toque muy agradable!

Un hotel encantador y con un precio razonable aunque un poco anticuado (aparentemente hay planes para un gran programa de modernización pronto) ubicado un poco lejos de los principales sitios turísticos (muy útil para el Museo Sorolla, el Museo Lázaro Galdiano y el Museo de Ciencias Naturales, sin embargo). ). Habitaciones amplias (probablemente mejor que tengan vistas al Paseo de Castellana que al patio interior, incluso si hay mucho tráfico) y zonas comunes muy amplias. Carlos en el bar (Bar 49) prepara un cóctel excelente y los desayunos son buenos. La próxima vez también probaremos el brunch del domingo. El personal es encantador, alegre, amable y comprometido. Elogios especiales para Daniel en el mostrador de conserjería, Ana en recepción e Ignacio en el bar, entre muchos otros.

Gran sitio para eventos. No puedo opinar del servicio cómo hotel

Muy buen hotel, muy respetuoso, personal muy considerado.

Maravillosa experiencia y totalmente recomendable. Profesionales de hostería de toda la vida. Gracias José Luis barman cocktelero con esa experiencia y amabilidad que solo te dan los años de trabajo.

Brunch increíble muy buena experiencia, servicio excepcional y al igual que los platos, todo perfecto. Amenizado por música en vivo. Éramos "repetidores" y volveremos a serlo en cuanto surja la oportunidad. Grandes profesionales. Servicio de camareros muy bueno. Agradecer mucho al botones/portero su gran ayuda para mis abuelos a la salida del hotel. Volveremos!

Tuvimos una cata muy especial de Vermuts,de toda España.probamos,cosas muy interesantes, estuvo muy bien.un saludo y gracias por hacer estás caras.Gracias.

Increíble personal de recepción. El desayuno estaba recién hecho para cumplir con mis requisitos dietéticos.

sitio muy elegante y buena servicio .muy atentos