Dos Pebrots en Barcelona

Hicimos el menú festival, la calidad de la comida fue muy buena, la presentación fue genial, y el servicio excelente

Hermano pequeño del vecino y estrellado Dos Palillos, éste es un restaurante de cocina catalana tradicional, con producto local de calidad y un toque groumet sin ninguna concesión a la alquimia. Local singular, dividido en dos plantas, acogedor, en especial en la barra de enfrente de la cocina, siempre es un placer ver la sala de máquinas de un local de este tipo mientras degustas los platos. Hay carta pero también tres menús de degustación, nosotros optamos por el más corto (cinco platillos por compartir y un principal contundente). No le puedo dar la quinta estrella por varios motivos: - El precio desorbitado, incluso teniendo en cuenta que es una experiencia groumet. Con el menú degustación corto y un vino decente sale a 120€ por barba - El pan, increíblemente vulgar, desentonando mucho con el resto de la comida - Algunos platos del menú degustación son sólo correctos, como el pastel de almendra de postre.

¡Absolutamente fantástico, excepto los postres!

En general, mi impresión del restaurante fue bastante normalita. No estaba mal, pero tampoco tenía nada de especial. Siendo sincero, todavía no entiendo por qué el lugar tiene una mención Michelin; no me impresionó en absoluto. El servicio fue lo más decepcionante: esperamos mucho tiempo solo para que nos trajeran la carta, y cuando fui a pedirla, la camarera reaccionó bruscamente y con irritación, diciéndome que volviera a mi asiento y esperara. Después de eso, las ganas de quedarme casi desaparecieron. Sin embargo, teníamos hambre, así que decidimos probar algunos platos. El pato fue lo más destacado para mí; sin duda, mi favorito. Pero desde luego no volvería. Para mí, este lugar sigue siendo completamente normalito, sin ganas de repetir la experiencia.

Hacía algún tiempo que no venía, y enseguida recordé porque me había gustado tanto. Gran servicio y gran comida. Menú ejecutivo de 35€ de mucha calidad

¡Excelente! Un primer plato Michelin increíble, aunque no lo merezca. El servicio, la calidad de los ingredientes y la composición son excepcionales.

El sitio es como una comida de masía tradicional pero en un formato gourmet, donde los ingredientes, emplatado y decoración recuerdan constantemente pero con innovaciones y buen gusto. El servicio es notable también. Las patatas al rescoldo deberían ser de mayor tamaño. La ternera demasiado carne y poco acompañamiento (sin pan o patatas todavía q aporta pimientos escalivados)

El menú degustación fue una completa decepción. Empezó con una escalivada decente pero sencilla, del tipo que se encuentra en cualquier parte de Cataluña. Después llegó media patata cocida con alioli, y el resto fue insípido. Una breve excepción —una fantástica ensalada de pato con salsa de ostras— dio paso al punto más bajo: calamares nadando en un charco de aceite con un aliño incomible. Tras esto, llegaron más platos mediocres, y lo único que quería era irme. La camarera estaba estresada y recitó sus explicaciones a toda prisa. El restaurante en sí es agradable, y la música de fondo es moderna y pop, muy amena.

¡Cena increíble en Dos Pebrots! Era uno de los pocos restaurantes que abrían los domingos y quedamos encantados con nuestra cena con sabores de recetas antiguas.

Asientos de bar para nosotros - agradable lo suficientemente espacioso - poca calidez del horno de leña AF fresco con una puerta - platos bien concebidos y ejecutados - excelente carta de vinos - buen servicio - buena comida y buen tiempo - fácil rec