Dos Cielos Madrid by Hermanos Torres en Madrid

Desde el inicio todo perfecto, no solo al momento de llegar, desde que nos hicieron la llamada por teléfono para confirmar la reserva, la chica que habló, nos trató con mucho respeto, educación y simpatía. El servio por parte de todo el equipo es excelente. Al llegar nos atendió Julia, que siempre fue respetuosa, amable y nos hizo las mejores recomendaciones sobre que platos elegir. El servicio 10/10 por parte de todos La comida un espectáculo, todo con una excelente calidad y el ambiente muy tranquilo, agradable y acogedor. Nos vamos muy contentos del sitio y volveremos sin duda alguna al Jardín de los Duques

Buen sitio para tomarte una cervecita en el Jardín en verano.

Si quieres comer/cenar en un sitio con encanto en Madrid, te lo recomiendo, el sitio es precioso, han recuperado como restaurante las caballerizas que pertenecían a los Duques de Granada, se pueden apreciar los suelos originales de la calle y las paredes originales, además del jardín acogedor en el que también puedes comer/cenar o ir a disfrutar de una copa, está dentro del Meliá de la plaza Santo Tomás, César el jefe de sala todo un profesional, atento, y con conocimientos no solo de comida, bebida , además explicando cómo se hizo el hotel , restaurante. Sin duda volveremos a repetir, ahora en agosto cierran pero siguen teniendo el otro restaurante . En Septiembre nueva carta. No penséis que estaba vacío, había mesas en terraza y mesas dentro pero ya se habían marchado.

Me encantó el lugar, hasta que me cobraron 8 € por una cafetería pequeña y normal. ¡¿Por qué?! Por lo demás, la cena estuvo genial (¡aunque tenía varias espinas de pescado en mi filete de rodaballo!). Me encantó el servicio, el vino y las recomendaciones del personal. Sin el precio del café ni las espinas de pescado, este lugar habría sido fácilmente de 4 estrellas, pero en serio, son los pequeños detalles los que importan.

La chuleta espectacular y el trato del personal impecable. ¡La ubicación en el Jardín del hotel Palacio de los Duques impresionante!

Prueben las croquetas y la oreja

Las croquetas las mejores que probé en España, hermoso lugar, tranquilo en el centro de Madrid, el servicio atento y gran variedad de vinos

Excelente comida El personal es muy amable y atento. El lugar ideal para desconectar y disfrutar de unos exquisitos platos

El sitio y su entorno, espectaculares, en cuanto a la comida, sólo puedo hablar del día que estuve allí, fue por un evento especial, una colaboración de El Capricho (maravillosa carne de buey) con el Jardín de los Duques. He de decir que eran demasiado restrictivos en cuanto al vino, costaba que te llenarán la copa aún y cuando el precio pagado por el evento fue considerable.

Este impresionante restaurante es el lugar ideal en Madrid para disfrutar de tapas de lujo en un entorno precioso. Se encuentra en los jardines de uno de los mejores hoteles de Madrid y entrar es romántico y crea el ambiente perfecto para una noche inolvidable. El restaurante, de estilo tradicional taberna, cuenta con hermosas mesas y plantas. La carta es extensa, con opciones de tapas para empezar, ensaladas, dorje tradicional español, platos principales, guarniciones y mucho más. Le pedimos al camarero que eligiera, ya que era abrumador. Las tapas que elegimos estaban increíbles. El cerdo estaba delicioso, crujiente pero jugoso. El restaurante es famoso por sus croquetas, que eran extraordinarias, y el tartar de atún maridaba a la perfección, ligero y refrescante. El camarero trajo cervezas frescas, crujientes y deliciosas con el aceite de oliva español. Las gambas estaban increíbles. Tuvimos que pelarlas, pero estaban remojadas en sal, lo que hizo que la experiencia fuera deliciosa: nos comimos todo el plato en minutos. El cochinillo asado que vino después estaba increíble. Jugoso y sabroso, y la piel era de otro planeta. Pedimos vinos por copas para maridar, como nos recomendó el camarero, y nos encantaron todos. Frescos y sabrosos. Incluso el tinto con el cochinillo estaba impecable. El camarero recomendó el Mille fuelle de postre; estábamos llenos, pero lo pedimos de todos modos y estaba increíble. Un digestivo ligero con un fabuloso cubito de hielo circular fue una delicia. Este restaurante fue una maravilla en todo momento. Me encantaría volver en grupo, ya que hay muchísima comida deliciosa y los platos son generosos. Me encantó.