Consolacion Restaurante en Monroyo

Si quieres desconectar de verdad, sin perder las comodidades de la civilización, este es tu sitio. No hay nada alrededor, solo árboles y paz extrema, ya que está en mitad de la nada. Los espacios de la finca son tan grandes y caben tan pocos huéspedes que es complicado cruzarte con alguien. Fuimos en pareja con nuestro perro, y pudimos jugar con él en el patio trasero sin molestar ni que nadie nos molestase, todo está pensado al detalle para ofrecer justo ese servicio y experiencia de desconexión, tranquilidad, paz y depuración, desde el cuidado y la comodidad, pero con altas calidades. Por sacar una pega, he echado en falta papeleras por el recorrido desde la ermita - edifico central, a los kubos. Por lo demás, hay un balance bastante equilibrado entre las comodidades de lo moderno, y el respeto por los espacios, la libertad en confianza al huésped y la conservación del patrimonio histórico del lugar.

Buenas tardes, acabamos de llegar a casa tras pasar tres noches en hotel consolación, queríamos agradecer la atención de toda las personas que trabajan allí: Aroa, personal cocina, habitaciones,masajista, etc... sentimos no habernos podido quedarnos hoy lunes de pascua a comer con vosotros, igualmente agradecemos la generosidad de compartir esta experiencia con nosotros. Seguro que volveremos y por supuesto os daremos visibilidad en nuestro entorno. Gracias por la atención de parte nuestra y de panxo, que ha estado muy a gusto. Ismael lozano

Hotelito especial en un lugar en medio de la naturaleza. Parte principal anexa a una ermita y las diferentes habitaciones en cubos alrededor del bosque. Cada cubo es individual y apartado de los demás. Cama muy cómoda con vistas al bosque. Una bañera posicionada para que te bañes viendo el bosque. Al lado un baño con ducha. Chimenea en habitación. Muy romántico. Especial. Pequeña nevera con algunos refrescos que ofrecen como regalo. Zapatillas chulas para ir x habitación que son regalo de la casa. Cuarto de baño con todos los productos necesarios, incluso paraguas, tetera x hacer infusiones... aprovechar entre semana ya que hacen ofertas a un precio mucho más asequible que los fines de semana. Servicio atento y amable. El día de irte te regalan un coque hecho por ellos. Desayuno muy cuidado. Buffet libre con zumo de naranja natural, embutidos y quesos km 0, fruta, pan muy bueno, cereales. Dulces caseros. Café, leche... todo en un comedor muy bonito y pequeño. Posibilidad de cenar. Anexo hay una sala con un mini futboli, chimenea, mini bar donde te puedes servir... ideal para estar con la pareja, amigos o familia, zona común. Ideal para ir con la pareja, pero si se desea ir con niños adaptan habitación. Pero es uno de esos lugares especiales para ir con la pareja

Todo fue fantástico: entorno con vistas y paisaje, edificio central, habitación que era una cabaña moderna y confortable, ambiente relajante, amabilidad y calidez que profesa Aroa, gran restaurante buffet y unos platos deliciosos absolutamente inmejorables como las gambas salteadas con tocino crujiente y ajoblanco y los canelones de pollita.

Difícil describir lo bonito que es este pequeño hotel y su entorno. Ideal para una escapada en cualquier época del año. Desayuno delicioso. La atención es inmejorable. Muy recomendable.

Expectativas cumplidas. Servicio y atención perfecta. Instalaciones muy acogedoras y limpias. Ambiente perfecto para una completa desconexión. Muy recomendable, esperamos volver pronto. 😄

Una maravilla de sitio. El restaurante del hotel es brutal, el cordero muy aconsejable. Las habitaciones muy cómodas. Estupendo para ir a pasar un fin de semana a desconectar y disfrutar de la montaña

Aroa y Gloria fueron encantadoras en todo momento y nos hicieron sentir como en casa. Cuidando cada detalle y con una atención personalizada y única que hace que puedas disfrutar de la experiencia y del entorno así como de la calma que transmite ese lugar. Sin duda se ha convertido en uno de mis lugares favoritos para ir a desconectar y tomarte un respiro. Gràcies noies!

Si hubiera que usar solo una palabra esta seria paz.En medio de la nada, una ermita y allí está este lugar. Silencio, un cielo estrellado que es un placer contemplar desde la habitación (cubo) o desde cualquiera de los rincones que hay habilitados con hamacas, sofas etc.. .por la finca. La cocina excelente, tanto desayuno como cena y el trato amable y muy detallista. La habitación es diferente, tal vez no lo más ergonómico del mundo pero acogedora y cómoda. Solo una pequeña pega: el agua caliente tarda en salir, lo cual supongo que tampoyes fácil de arreglar dadas las características del espacio. Pero sale, y un baño en la bañera mirando esas vistas es una experiencia inolvidable. Muy recomendable

El sitio es espectacular, todo cuidado al mínimo detalle. La única pega que pondría es el agua caliente, tarda mucho en salir y a veces no nos salía. Llenar la bañera de la habitación sin agua caliente era un poco tedioso.