Cobab en Barcelona

Llegamos a Cobab como si no hubiéramos comido en un mes, y no nos decepcionó para nada lo que paso después nos recibieron con unas tapitaaas de cortesía que nos llenaron de alegría de todos los platos que probamos destacar el pollo coreano estaba espectacular, lo mejor de la semana cruzamos fronteras desde la barcelona urbana pedimos postre: unos mochis para probar y el de matcha fue para lagrimas derramar absolutamente perfecto, y cuenta razonable gracias corea por ser tan amable

Es un restaurante agradable pero te debe gustar mucho la comida coreana, pues tiene mucho punto picante, acortados y mezclas fuertes. Con todo, es lo suficientemente positivo.

No era una especie de comida coreana de fusión, pero tenía el sabor más coreano de toda la comida coreana que probé en Europa. Todas las demás mesas eran locales y es tan popular que es difícil comer sin reserva.

Uno de los mejores lugares coreanos que he comido en mi vida. Es realmente una joya escondida esta. Prueba todo lo que ves en esta imagen, ¡es alucinante! 👌🏻👌🏻

El pollo está increíble. Recomendado 100%! Y me quedé con ganas probar el Té Yuzu. La mayoria de comensales que vimos eran coreanos, y se nota por qué.

Fuimos a un restaurante coreano y pedimos una cazuela para dos de bulgogi. Es un plato tradicional hecho con carne marinada al estilo cobab, acompañada de verduras —todo servido en una cazuela humeante que le da un punto espectacular. El sabor es intenso, ligeramente dulce y con ese toque umami tan típico de la cocina coreana. Perfecto para compartir.

Me encantó el plato de la cazuela de Tokbokki, muy buen sitio para comer y pasar el rato ya que el ambiente también es muy agradable.

Hay gente que se emociona escuchando a Beethoven, otra gente viendo jugar a Leo Messi, nosotros nos emocionamos cuando probamos el pollo frito de este lugar. La experiencia gastronómica ya prometía, cuando los camareros vieron que nos estabamos acabando el piti en la puerta del local y ya nos prepararon directamente una mesa para tres, sin nosotros decir nada! Cuando nos sentamos y nos trajeron las bebidas, una de las camareras nos sorprendió con una serie de “tapitaaas” deliciosas y de gran variedad. Pedimos varios platos para compartir pero solo voy a hacer mención del pollo frito, ya que robó el protagonimo a los demás platos y nuestros corazones. Para acabar la experiencia de sorpresas y la ópera de emociones pedimos unos mochis de fresa y té verde, deliciosos. No soy capaz de añadir nada más, ya que me veo superado por mis emociones recordando ese bocado tan exquisito que fue el pollo frito.

La comida coreana en este restaurante es muy muy buena , un local limpio y tranquilo. Gente muy amable .

Todo bien. Servicio eficiente y amable nada más entrar en el local. Disponen de platos individuales y de guisos para dos (se terminan en la mesa del comensal). Optamos por esta segunda opción. Comida muy sabrosa. Sirven unos entrates para ir picando que no se cobran (muy buen gesto). Precio ajustado y atractivo. Ambiente agradable. Muy recomendable.