Clos en Madrid

Muy bien todo. El servicio y la comida. Elegimos el menú clósico, muy recomendable

Vale lo que cuesta (para ocasiones especiales). Disfrutamos mucho y la atención, excepcional. Una delicia

Desde el momento en que llegamos, nos recibieron calurosamente y nos quitaron los abrigos con cuidado. El personal fue excepcionalmente amable y muy profesional, lo que garantizó una experiencia impecable. El menú de degustación fue excepcional, con cada plato bellamente presentado y explicado cuidadosamente, lo que lo hizo realmente inolvidable. Fabio, en particular, destacó por su amabilidad y profesionalismo, sumándose al impecable servicio del restaurante.

Mi pareja y yo cenamos recientemente en Clos para celebrar nuestro primer aniversario, pero lamentablemente la experiencia no cumplió del todo nuestras expectativas. Desde el principio, el servicio pareció demasiado intenso e intrusivo. Los camareros rondaban constantemente, apresurándose a recoger nuestros platos en el momento en que terminábamos un bocado y reemplazando nuestros cubiertos obsesivamente. Si bien la atención es importante, nos hizo sentir presionados en lugar de relajados, lo que hizo difícil disfrutar de la comida a nuestro propio ritmo. La comida estaba bellamente servida, con un claro énfasis en la estética, pero los sabores no coincidían del todo con la presentación. El primer cóctel que pedimos estaba abrumadoramente salado y el plato de arroz también adolecía de exceso de sal. Los platos principales (pollo, ternera y pescado) estaban bien ejecutados pero eran bastante estándar y carecían de la creatividad y la audacia que uno esperaría de una buena experiencia gastronómica. Otra decepción fue el coste inesperado del champán que nos ofrecieron al comienzo de la comida. Sólo cuando empezamos a beber nos dimos cuenta de que el vaso costaba 17 euros, un precio excesivo que no se mencionó de antemano. El ambiente también dejaba margen de mejora. La música de fondo consistía en versiones sin inspiración, estilo ascensor, de éxitos convencionales. Con tanto esfuerzo puesto en el diseño visual del restaurante, hubiera sido genial ver el mismo nivel de pensamiento aplicado a la música; algo más inmersivo y único podría haber mejorado significativamente la experiencia. Además, si bien el espacio en sí fue diseñado meticulosamente, hubo detalles que alteraron la sensación de perfección que buscaba el restaurante. Por ejemplo, cuando se abrió el armario de los abrigos, estaba bastante desordenado y notamos un armario frente a nosotros cubierto de migas. Pequeños detalles como estos, aunque aparentemente menores, rompen la ilusión de una experiencia impecable de alta gama. Quiero enfatizar que reconozco y aprecio el inmenso esfuerzo, pasión y precisión que implica crear un restaurante de este calibre. Está claro que el equipo que está detrás está dedicado a su oficio. Sin embargo, con más atención al equilibrio entre servicio y comodidad, un mayor enfoque en el sabor y algunas mejoras en la atmósfera general, la experiencia realmente podría igualar el nivel de inversión que se ha puesto en ella.

Buena comida, gran experiencia. Me encantó.

El ir a Clos no es solo ir a comer a un restaurante sino vivir una experiencia increíble. Cada plato es único y el ambiente y la decoración están cuidados al detalle. Probamos el menú degustación, que nos llevó por una viaje gastronómico tanto nacional como internacional. Además fueron muy atentos a la hora de explicarnos cada plato y adaptar el menú a nuestro gusto. Por la calidad de los ingredientes, el trato recibido y el cuidado en cada elaboración, sin duda recomendaría este lugar a cualquier persona que tenga la oportunidad de visitarlo.

¡El lugar perfecto para estar en Madrid! Ambiente agradable, personal profesional y amable, platos exuberantes con lo mejor de la comida Madileña. ¡No te pierdas!

Una experiencia perfecta. Atención personalizada de 10. Un ambiente tranquilo y cuidado, con mesas bien presentadas y cómodas. La comida muy rica y sorprendente. Tomamos el menú de 8 platos y todos riquísimos y bien pensados. Con un alto componente técnico de elaboración.

Excelente comida y servicio. Un lugar para volver. Una experiencia que vale cada euro. Excelente comida y excelentes vinos.

Compré el menú degustación para regalar a mis padres para Navidad y ha sido todo un acierto! Han disfrutado mucho la comida y la experiencia. 100% aconsejable.