Cinc Sentits en Barcelona

Fui una vez con un grupo grande y disfruté mucho de la experiencia. Dos años después volví con mi prometida para una celebración, esperando otra noche increíble, pero la verdad es que volvimos a casa bastante decepcionados. Empecemos por lo bueno. La comida es de alta gama y está muy bien presentada. El diseño del restaurante es genial y muy moderno, con un toque catalán. Nos recibieron de forma súper cálida y amable, y los primeros bocados en la zona separada antes de entrar al restaurante fueron increíbles. Entonces, ¿por qué nos decepcionamos? El ambiente en el restaurante es súper frío y distante. Incluso resulta un poco incómodo hablar por el silencio que reina dentro. Los camareros del restaurante no nos dieron ninguna bienvenida y nos hicieron sentir como si no fuéramos bienvenidos y como una carga. A menudo se quedaban de pie a un lado y no nos ayudaban en absoluto. Además, el chef/propietario no apareció en ningún momento de la noche, lo que lo hizo aún menos personal de lo que ya era. Esto es especialmente extraño porque quieren que el menú parezca una experiencia que te permite seguir los diferentes episodios de la vida del dueño. Finalmente, pedimos la cuenta y nos la trajeron a la mesa con una actitud poco amable, diciéndonos que "el servicio no está incluido". Inmediatamente esperaron con la terminal de pago para ver qué propina daríamos. Esto es realmente inaceptable para un restaurante con dos estrellas Michelin y nos dejó con una sensación muy desagradable, como si estuviéramos acostumbrados a exprimir el dinero. El precio ya es muy alto para lo que ofrece, y este comentario no lo mejora. En general, decepcionados y no volveremos. Una pena, porque después de mi primera visita tuve la sensación contraria.

He perdido la cuenta de las veces que hemos venido a Cinc sentits, y esta última vez ha sido simplemente impresionante. Experiencia cuidada en todos los detalles, perfección en la ejecución y técnica en todos los platos, un servicio a la altura de todo lo que pasa en cocina y un ambiente muy acogedor. Es un orgullo tener a Jordi Artal en nuestra ciudad cocinando el territorio i defendiendo la gastronomia de nuestro país. Recomiendo hacer el menú con todos los platos y hacer el maridaje de vinos que acompaña a cada plato. (Además los vinos son 100% nacionales y elegidos cuidadosamente para elevar cada uno de los platos a otro nivel).

Me gustó todo, desde el lugar hasta el servicio, el ritual y, obviamente, la increíble comida y el magnífico chef. Lo veo más como un restaurante de 3 estrellas Michelin que de 2. Un lugar imprescindible para los amantes de la gastronomía.

Tras la discreta entrada, le espera un viaje culinario sin igual. La recepción es extraordinaria. Simple pero muy atractiva. El restaurante en sí también es muy sencillo, pero el servicio y el menú rozan la perfección. En resumen: de primera clase.

Increíble experiencia , calidad excelente acompañada de una gran bodega selectiva,y una estética impecable, se nota una cocina elaborada de primera calidad y una delicadeza y exquisitez en la presentación...100 % recomendable

Excelente menú de platos con un maridaje exquisito de vinos de pequeñas bodegas boutique. Mi plato estrella fue un helado ahumado, que nunca había probado.

Por resumir en pocas palabras diría que hablamos de un Restaurante de alta cocina catalana de proximidad con ambiente muy tranquilo y servicio excelente por parte de Eric Vicente y su equipo Articulan la experiencia en dos ambientes, el primero para recordar el origen agricultor de la familia Artal en una zona de olivo y granito donde tomas unos entrantes muy sabrosos con un vermut en porrón (si te atreves). Después hay un paso muy interesante donde ves y te cuentan algunas de las técnicas que luego disfrutarás en la comida Y finalmente el paso a una sala amplia y tranquila para disfrutar del resto del menú. Todo el menú basado en producto de cercanía y en distintas técnicas y combinaciones de sabores y texturas pero sin recurrir a la fusión en sus ingredientes. Muy rico, de alguna forma sencillo en sus presentaciones, pero nunca simple. No nos atrevimos con el maridaje, pero si quisimos respetar el discurso del menú con dos vinos catalanes de los muchísimos que manejan. Muy buenos.

Una Sinfonía para los Sentidos – Cinc Sentits, Barcelona Desde el momento en que entras en Cinc Sentits, te das cuenta de que no es solo una cena, es una historia. Cada plato es un capítulo, cada detalle un susurro del extraordinario viaje de Jordi Artal desde Silicon Valley hasta la poesía con estrellas Michelin en un plato. El espacio es íntimo y elegante, con una calidez minimalista que permite que la comida sea la protagonista. Lo que se despliega no es un simple menú degustación, sino una narrativa emotiva, arraigada en la memoria catalana, refinada con técnicas modernas y presentada con precisión y alma. Los sabores son intensos pero equilibrados, nostálgicos pero ingeniosos. Los platos llegan como suaves sorpresas: una cucharada de mar, un bocado de bosque, un aroma que te transporta a casa. Incluso la bebida de bienvenida, servida dramáticamente sobre una losa de piedra, se sintió como una entrada ceremonial a otro mundo. El servicio es impecable, pero nunca frío. El personal fluye como una coreografía, con una silenciosa reverencia por la experiencia que te guía. Este es un restaurante donde nada es casual. Donde hasta el silencio sabe bien. Bravo, Cinc Sentits. Has redefinido lo que significa sentir de verdad una comida. ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️

Cinc Sentits es, sin duda, uno de los mejores restaurantes con estrellas Michelin que he probado. El espacio es sencillo, moderno y acogedor. Al llegar, te ofrecen un aperitivo y un cóctel preparados justo delante. Me encanta la atención al detalle: te dan una tarjeta con cada plato, explicando la procedencia de los ingredientes y su composición. El sumiller fue excepcional. Hice el maridaje de vinos y cada selección maridaba a la perfección con los platos; ¡fue realmente impresionante! Un vino incluso neutralizó por completo el regusto a pescado. El postre de cuajada de azafrán me dejó una huella imborrable; sin duda, el mejor postre que he probado. Recomiendo encarecidamente visitarlo; la experiencia merece totalmente la pena.

He echado un vistazo a las críticas donde la gente parece compartir una variedad de opiniones negativas y positivas. Añadiré mi voz a este enorme coro y compartiré mi perspectiva y también el bagaje : - ¡Oh que traigo a la mesa. Soy estadounidense y he tenido la bendición de comer en una serie de restaurantes de alta cocina en las Américas y Europa. Desde una perspectiva estadounidense, Cinq Sentits es superior en precio y calidad en comparación con otros restaurantes de 2 estrellas Michelin de los Estados Unidos. Para aquellos de ustedes que se quejan del costo del valor de producción o se esfuerzan demasiado, los escucho. He llegado a una edad en la que me gusta más la cena (la gastronomía) que el espectáculo, pero en este punto de precio, me temo que montar un espectáculo es el precio de la entrada para tocar en esta arena, así que tenemos que aceptar algunos teatros. El teatro en Cinq Sentits es francamente más abstenido que otros, y me pareció agradable la complejidad y originalidad de la gastronomía. Teníamos el menú degustación completo y cada uno tenía un maridaje de vinos. No perderé el tiempo repasando los muchos cursos. Después de revisar mis notas, me impresionó la armonía entre la comida y el vino. Hubo un par de opciones atrevidas. Nos gusta que nos sorprendan, así que aprecio el estiramiento. Uno que pensé que estaba en el lugar. Uno que pensé que era demasiado lejos, pero esto es muy personal. El servicio es impecable. Está claro que el personal está bien ensayado y hacer la cena muy pulida. Realmente aprecio su precisión. Mientras que el espacio de la sala está diseñado con una sensibilidad minimalista, el gran espacio del comedor y la distancia entre las mesas le dieron una maravillosa sensación de opulencia debido a la privacidad otorgada a cada mesa. Por supuesto, el precio no es barato, pero por lo que se obtiene, considero que esta buena relación calidad-precio (teniendo en cuenta mi decepción general con la disparidad de precio a calidad en la mayoría de los restaurantes de estrellas Michelin estadounidenses). El precio total por la experiencia de cata completa, dos maridajes de vinos, dos botellas de agua y una propina adicional del 10 % fue de 728. 20 euros. La buena cena es nuestro pasatiempo más grande, y valió la pena la experiencia.