Buen asador en un restaurante histórico. Carta de vinos infinita.
Jose Manuel de Castro Domínguez
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02 Noviembre 2025
8,0
Un clásico en Madrid, un restaurante que existe desde hace más de 200 años.
Lo conocimos hace ya varios años y desde entonces cada tanto vamos. No defrauda.
Recomiendo especialmente los riñones y las mollejas de cordero, tremendamente ricos y bien hechos. Los platos de cuchara, que cambian cada tanto, tampoco defraudan, en particular los garbanzos con boletus que resultan una explosión de sabor en la boca.
Es un sitio familiar y la atención es muy buena, los precios son acordes a la calidad ofrecida.
Piquiita P
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02 Noviembre 2025
10,0
Restaurante con mucha tradición y sabor despues de su solera e historia.
Comida española donde predominan los asados de calidad con unos precios muy interesantes (50€/persona) con primero, segundo y postre (con media botella vino).
Sin duda, lo mejor el servicio y atencion de la familia propietaria y del amplio servicio de camareross. Un lujo contar con este espacio centenario.
Juan Carlos Ruiz de Adana
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01 Noviembre 2025
10,0
No voy a descubrir ahora las virtudes de este magnífico lugar. Callos y guisos sin palabras. Esta vez me gustaría comentar la tranquilidad de la velada. Ahora que cada vez es más frecuente tener un tiempo determinado para la comida, los odiosos turnos... comer tranquilamente, disfrutar de los platos, el buen vino, la compañía, sin prisas, pladear, saborear, conversar.... cada vez valoro más esas experienciaa. ¡Bravo!
Javier Prieto Pardo
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26 Octubre 2025
10,0
Fuimos a comer por el cumpleaños de mi madre, todos los platos estaban muy buenos, el servicio excelente con un ambiente muy familiar.
Javi de Teresa
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25 Octubre 2025
10,0
Nos ha gustado mucho las croquetas que son pequeñitas pero vienen 12 unidades y para una pareja te sobra,tienen un sabor delicioso.La morcilla también la pedimos y nos encantó,y para terminar el plato estrella que fue el rabo de toro.La atención de Pedro ha sido de 10, volveremos.Muchas gracias
Alejandro Montero Hernandez
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19 Octubre 2025
10,0
Clásico de clásicos, manteniendo un fantástico equilibrio entre la sobriedad, el buen hacer y la materia prima de alta calidad sin salirse de madre con los precios. Los platos son muy "limpios" sin ningún artificio que quite protagonismo al artista principal, la materia prima. Servicio con experiencia, dedicado y de buen nivel. Puestos a sacar alguna crítica personal, el pulpo lo laminaría algo mas grueso para permitir apreciar la buena textura conseguida en cada bocado y por otro lado, los boletus en el guiso de garbanzos, comentar que se quedan eclipsados por el sabor de las chacinas del guiso.
Sinpelosenlalengua Sinpelosenlalengua
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16 Octubre 2025
8,0
Uno de los auténticos referentes culinarios de Madrid.
Casa Pedro tiene más de 300 años y sigue siendo una de las experiencias gastronómicas más auténticas de la ciudad. El restaurante sirve cocina tradicional española en su máxima expresión, desde legumbres y legumbres perfectamente cocinadas hasta cochinillo, cordero y su famoso rabo de buey.
La bodega es excepcional, el servicio es cálido y profesional, y es probable que conozcas a Pedro o Irene, cuya hospitalidad hace que cada visita sea memorable. Un clásico madrileño de visita obligada con aparcamiento propio, ideal para quienes quieran saborear la historia en cada bocado.
Daniel Boluda
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12 Octubre 2025
10,0
Casa Pedro, la más antigua, la más antigua, la más típica, la más madrileña, los callos más deliciosos, el servicio más agradable, el interior más icónico, la cuenta más económica, ¿sigo? Situado en Fuencarral, al norte de la ciudad (el metro te lleva directamente). Contarás con las recetas más icónicas de Madrid, con la carta de vinos más extensa y asequible y disfrutarás del que yo llamo el almuerzo más típico que podrás comer en Madrid, el mismo que se sirve desde hace más de 300 años (sí, recuerda mis palabras).
Lo viví y estoy muy orgullosa de ello. Gracias a ese gran equipo de profesionales.
Deletrea
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07 Julio 2025
10,0
Tremenda decepción nos llevamos. Solo nos gustaron los callos. Las manitas duras. Los postres incomestibles. Y la atención desagradable.