Casa maians en Barcelona

Comida de alta calidad, buen lugar.

Es una auténtica joya! La excelencia de la cocina se ve realzada por un servicio excepcional. La camarera Fuen 🤍 es especialmente destacable: siempre sonriente, se toma el tiempo de explicar cada plato con pasión y precisión. Cada visita es un auténtico deleite, tanto para el paladar como para la experiencia. ¡Recomiendo encarecidamente este restaurante a todos los amantes de la gastronomía! Originalmente teníamos pensado irnos el lunes, pero nos encantó tanto nuestra experiencia en Casa Maian que decidimos prolongar nuestra estancia hasta el martes solo para volver. ¡Los sabores de los platos son simplemente increíbles! Cada bocado es una delicia. Recomiendo encarecidamente reservar con antelación, porque este restaurante merece la pena descubrirlo. ¡No se pierdan esta fabulosa experiencia culinaria!

Excelente restaurante para comer un buen arroz. Todo lo que pedimos estaba buenísimo. Obviamente volveremos

¡Un ambiente genial y una comida fantástica! Los dueños son muy amables y es un restaurante muy acogedor y familiar.

Un excelente restaurante en la Barceloneta, con platos de la casa de muy buena calidad. ¡Volveremos! Pd. ¡Hay que reservar ya que es pequeño!

Restaurante acogedor, desde el minuto 1 te hacen sentir como en casa, servicio muy atento y personalizado. Comer buen producto y fresco!! Presentación espectacular!!

Comida y servicio maravillosos. La paella al bruta estaba buenísima. ¡El postre, el mejor! Una parada genial en Barcelona, ​​pero quizás sea necesario reservar.

Buenísima atención pero la comida no nos gustó mucho. Bastante desabrido el arroz. Muy caro para la calidad. El local es muy bonito.

Las morcillas con foie gras y crema de patata fue lo mejor que comí en mucho tiempo. El arroz era excelente también. Servicio encantador, ambiente casual. ¡Una gran experiencia!

Pequeño y coqueto establecimiento familiar especializado en arroces muy cerca de la playa de la Barceloneta. Pedimos un delicioso arroz con sepia para compartir, un entrecot perfecto de cochura y unas patatas bravas muy particulares guisadas por alguien que sabe mucho de cocina. Un almuerzo para recordar. A destacar la simpatía de la dueña, que nos ayudó con un percance que tuvimos con nuestra hija. Volveremos.