Casa Jamallo en Quirós

Casa Jamallo es uno de esos lugares que demuestran que la cocina tradicional, cuando se hace con cariño y producto de la tierra, puede convertirse en una experiencia inolvidable. El restaurante es precioso, con ese encanto rural que solo se encuentra en los pueblos de montaña, y desde que entras se respira cercanía, tradición y buen hacer. Probamos varios platos y todos fueron un acierto absoluto. El pastel de jabalí es una auténtica delicia: sabroso, con esa intensidad tan característica de la caza, perfectamente cocinado. El pote de castañas es otro imprescindible, un guiso único, contundente y lleno de sabor. Y para rematar, la famosa tarta garrucha, un postre espectacular, casero y con un sabor que no se encuentra en ningún otro sitio. Solo por ella ya merece la visita. La relación calidad precio es excelente: se come de maravilla, en abundancia y sin que el bolsillo sufra. Además, el trato es cercano y muy agradable, de esos que te hacen sentir como en casa. ¡De mis favoritos!

Es un gusto siempre venir aquí a comer. Es verdad que hay que reservar puesto que la gente conoce la calidad y el buen servicio y hay mucha espera. Todos los platos son exquisitos no puedo decir que tenga uno preferido. Y la atención por las personas del negocio familiar es inmejorable.

Pote de castañas muy rico y la caza muy buena, aunque no es barato merece la pena disfrutar del pueblo, el entorno y la comida de calidad.

Muy bueno todo. Tenía ganas de probar este famoso pote de castañas, y ya sé por qué tiene fama. El camarero también, muy agradable.

Volvimos Domingo 23/11/25.Comida y atención inmejorable.(Como siempre).Un besin al cielo para Maruja.😘

Como siempre que vamos, todo de 10 Recomendable 100% Pote de castañas delicioso y pastel de jabali, uff...todo riquisimo Vamos como tradición una vez al año, probar sin duda y disfrutad de un buen pote.

Restaurante excelente.Muy buena relacion calidad precio.El trato insuperable. Hoy una muy mala noticia.Fallece Maruja. Hace muchos,muchísimos años fue a ese bar que estaba bajo un banco que no recuerdo.Pero sí recuerdo aquellas pocas mesas cubiertas de hule.Alli fui varias veces con amigos. Más tarde abrió lo que ahora tenéis.Siempre que tengo oportunidad,y no son muchas veces,que siempre que mi escaso tiempo me lo permite,voy a comer a vuestra casa.Fui con mis padres,mis suegros,todos fallecidos. Siempre que acudo,salgo con muy buen sabor de boca.Muy buena atención,excelente cocina y mejor trato. Quiero desde aquí daros a vuestra familia,mis sentido pésame. DEP…. Saludos …

EXCELENTE GASTRONOMÍA, SERVICIO DE RECEPCIÓN Y RESERVAS DEFICIENTE Nuestra experiencia en el restaurante fue una mezcla de luces y sombras. Por un lado, la comida es simplemente excepcional. Si buscan auténtica gastronomía asturiana y rural, con especialidad en caza, este es sin duda el lugar. La calidad y, en algún caso, especialización de de los platos, es única y merece un 10 sobre 10. Por otro lado, el servicio deja mucho que desear y los problemas comienzan desde el primer contacto. Es muy difícil realizar una reserva, ya que cuesta mucho conseguir comunicar por teléfono pues la mayoría de las veces nadie contesta llamando en horario de negocio abierto. Una vez allí, la situación no mejora: a nuestra llegada ningún miembro del personal se acercó a saludarnos o indicarnos la mesa. La situación fue tan incómoda que tuvimos que interrumpir a los empleados para que nos atendieran, perdiendo más de 10 minutos en el intento. Es una lástima que un establecimiento con una cocina tan brillante descuide un aspecto tan fundamental como es la bienvenida a los clientes.

Restaurante con comida y postes caseros,calidad insuperable así como los postes ,el trato del personal muymabale y eficiente, sin duda repetiré ,100% aconsejado.

Con una carta que no le deja lugar a dudas al comensal, este restaurante ofrece producto de cercanía, delicioso y abundante.