Casa Gallega en Madrid

Comida correcta, pero experiencia mejorable La comida estaba bien, aunque cara para lo que es. El servicio fue lento y poco amable, especialmente por parte del camarero con gafas que nos atendió. Detalles como cobrar el pan a 2,75 € por unidad y una botella de agua de 1 litro a 4,10 € me parecieron excesivos. Buena calidad en los platos, pero hay aspectos del trato y la política de precios que restan a la experiencia general.

El metre muy lento, el camarero poco amable por decirlo de algún modo. Anécdota, pedimos botella de agua y como nos las quitaron a medio uso, pedimos una garra de agua que no nos facilitaron y nos volvieron a llevar botellas de agua que cobran a 4€ cada una. Posteriormente nos enteramos que los aseos de caballero no funcionaban y las usaban para que los clientes se lavaran las manos. La comida estaba bien, y los productos parecían frescos. En cuanto al ambiente mayoritariamente personas rondando los 70 años y siguientes , al menos en la zona de restaurante. En mi caso, no creo que vuelva.

Cenamos en la planta baja de este refinado restaurante de varios niveles. El ambiente es muy elegante, cuidado al detalle, al igual que el personal, extremadamente atento, profesional y acorde con el estilo del restaurante (camareros con pajarita). La cena fue excelente, con mención especial para el bacalao, realmente exquisito y cocinado a la perfección. El precio es adecuado para el nivel de servicio y calidad ofrecido. Una experiencia que recomendamos a quienes buscan un toque de clase en la mesa.

En el segundo día de nuestra última visita a Madrid, decidimos probar este restaurante de estilo gallego en el centro de la ciudad. Las palabras no son suficientes para expresar nuestro deleite con la comida, y la satisfacción con el servicio. Todo en Casa Gallega emana clase, tradición y calidad. Consideramos que esta comida es una de las mejores de nuestras tres semanas de viaje por España y Portugal. Nuestra comida fue; Pulpo a la Parrilla, y Empanada Gallega, una orden de Piquillos a la Parrilla, y Paella de Mariscos. Todo coronado por una botella de vino Martin Codax Albarino (Rías Baixas). Comer en Casa Gallega te hace sentir "especial", esta y todas las adiciones de cortesía a nuestra comida, como una pequeña porción de "Ensaladilla Rusa", y un "Chupito de Licor de Hierbas, se ajustan a la factura de una experiencia memorable. Como puedes imaginar, este restaurante no es uno para un almuerzo rápido, o una comida diaria. Pero, sin embargo, si desea derrochar un poco, disfrutar de excelentes mariscos y atención especial, Casa Gallega le proporcionará todo eso en abundancia. Recomendamos de todo corazón este restaurante para todos aquellos que quieran probar la comida gallega en pleno centro de Madrid. La factura llegó, y era de unos 50 euros/persona. En nuestra apreciación, todo bien vale la pena.

El producto de buena calidad, pero con demasiadas salsas. El servicio, menos la chica, poco simpático.

Un placer que todavía queden restaurantes que los camareros sean profesionales y amables y la comida de calidad, exquisita y bien servida.

Generalmente busco lugares de excelente atención, en ese orden después la calidad precio,ñ. Dicho esto la Casa Gallega está aplazada con nota 1 por misericordia. Pero posterior una simple acción del dueño del este lugar, hizo que la calificación sea 5 total. Javi nada más mucha gente.

Restaurante con dos comedores y bar restaurante para carta y tapas en el sótano. Buen servicio. Buen marisco, pescado y carnes. También buenas tapas. Precios razonables para lo recibido.

La paella estaba muy salada, ¡pero el pescado y los calamares estaban buenos!⁸No cojáis el pan porque pagas 2,75 por cada pan.

Qué joya, excelente comida, excelente servicio y precios razonables. Vale la pena una visita, pero llega temprano porque es muy popular.