Campiello en Madrid

Lo intentan, la explicación del camarero sobre la forma en que preparan las alitas de pollo superó mi nivel de español, pero deberían simplemente asarlas. Calmares tampoco estamos al nivel al que estoy acostumbrado: uno de los peores que he probado en mi vida, masticable y suave. Un servicio muy agradable me haría volver allí, esta vez solo para tomar una copa.

Muy buena relación calidad precio. Almorzamos menú ejecutivo. Muy bueno,

Íbamos a un concierto de metal y nos pusimos hasta arriba con el menú del día. No pudimos dar muchos botes, pero comimos rápido y muy bien. 18€ por dos platos, bebida, postre y cafe incluidos. El ambiente un poco de edad avanzada, pero salimos to gorditos y felices.

Un menú muy bueno por 12,50€ en el interior. El servicio muy amable. Y los lunes Fabada. Los postres muy buenos. Recomendable

Es un sitio ideal para pasar un rato entre amigos o familiares tomando un buen vino y unas cervezas bien frías ven y visítanos y seguro que volverás y también una variedad de raciones

100% RECOMENDADO!! Probablemente la mejor comida en todo Madrid, desde la entrada hasta el postre fue riquísimo, todos allá te tratan como de la familia y si vas y no pruebas sus patatas con costillas no comiste en Campiello.

Confirmado ✈, vamos muy pronto 😉👍 (POR FIN). 2024 y bendiciones siempre. ❤💕 Variado y exquisito todos los platos de la cocina tradicional española 🍲, el precio bien economico. Gracias por toda su atención y amabilidad, muchas bendiciones y nunca cambien. Saludos desde America 🇺🇸 😉👍 P.D: Me senti en familia, gracias. Sr. Antonio, si Dios permite nos volveremos a ver muy pronto. Agradecido siempre....

Fuimos por casualidad. Nos sorprendió que tuvieran pescado fresco y carne de calidad. El servicio encantador y amable. Volveremos en nuestro próximo viaje a Madrid.

Una familia ordenó lo siguiente hoy. Cerveza buena. Camarones al ajillo: sabrosos, porciones pequeñas. Alitas de pollo con patatas, buen sabor/porciones. Sabor decente al pulpo, bien cocinado, buenas porciones. Mi esposa pidió "camarones rojos", olía mucho a pescado y no era comestible. Lo olí y OLÍA MAL. El dueño discutió con nosotros y se comió un trozo frente a los otros clientes y llevó a mi esposa adentro para mostrarle un cartel en español que no demostró nada. Un local tradujo y dijo que tenían que congelar las cosas para mantenerlas frescas. Lo entiendo totalmente, pero los camarones estaban malos y trató de convencernos de lo contrario. 3/4 platos estaban bien. Lo quitó de nuestra cuenta porque no lo comimos. Recomendaría adoptar "la actitud del cliente siempre tiene la razón", incluso con la barrera del idioma, en lugar de menospreciarnos frente a una multitud de clientes. Apreciamos el servicio en general, pero esta es la primera vez que tenemos que devolver la comida porque era riesgoso ya que la intoxicación por mariscos no es una broma.

La paella muy rica, la atención de la camarera no pudo ser mejor ,excelente la chica, el ambiente puede mejorar seria genial