Café-Bar Hora Bruja en Santander

Buenísimas las hamburguesas bao, las alitas picantes, la ensaladilla y las patatas coreanas.

Las patatas bravas koreanas están tremendas, menudo descubrimiento. Local amplio, con varios espacios diferentes.

Pequeño gran descubrimiento en pleno corazón de Santander. Este sitio, aunque pequeño, está siempre lleno de gente, lo cual ya es una buena señal. No aceptan reservas, así que si no quieres esperar, lo mejor es ir pronto. Aun así, la espera no se hace larga y sin duda merece la pena. Pedimos el brioche de atún, el steak tartar con croissant y un pan de cristal con ternera. Todos los platos sorprendieron por su sabor y originalidad, se nota el cuidado en cada detalle. Nuestro favorito fue el steak tartar con croissant: una mezcla de dulce y salado que nos encantó. Además, el precio es muy asequible para la calidad que ofrecen. Sin duda, repetiría sin pensarlo.

Si se junta que el ambiente de el bar es bueno, la comida excepcional y el servicio top, el cocktel de todo ello es sobresaliente. Destacar el toque diferente en toda la carta.

La comida es genial, pero no puedes mantener una conversación con los acompañantes sin que sea a grito pelado. La música la ponen desorbitadanente alta.

Acudimos sin reserva y tuvimos la suerte de encontrar sitio. Todo estuvo muy bueno, con una mención especial a las patatas bravas coreanas, que estaban espectaculares. El ambiente agradable y el servicio correcto. Buena relación calidad-precio. Sin duda, un sitio recomendable para repetir.

¡La comida estuvo increíble! Recomiendo ampliamente este lugar, que se merece más de 4,3. El servicio también fue bueno.

Pedimos Baba Ganoush, brioche de atún y el bao de costilla. Especialmente recomendable el segundo. El tamaño de la media ración de Baba Ganoush es contundente. Carta muy variada y original que te hace difícil elegir el plato. Local muy acogedor y personal encantador. Tienen un póster con la cara de Stalin y Lenin. Actualización: después de un año y otra visita, recomiendo también la ensaladilla rusa y el steak tartar con base de cruasán.

Servicio espectacular. Todos los empleados muy atentos todo el rato. La comida increíble también. Creo que he comido las patatas bravas más ricas de mi vida.

Gran experiencia en un local de categoría. Quizás no destaca por una gran decoración pero si que destaca por una carta concisa, de platos que elaboran correctamente. Destacaría enormemente las bravas que están deliciosas. Me habían hablado bien de las croquetas pero las veces que he acudido ya estaban agotadas. Intentaré ir una tercera vez a ver si encuentro. Su tortilla está exquisita, sobre todo la de jamón y Alioli, con un toque caramelizado de la cebolla que le deja un buen sabor. También probé los mejillones que, aunque el producto era de calidad, su salsa era demasiado para lo que supone el plato. Más parecido a un fumet de pescado que a una salsa de marinera para unos mejillones. A pesar de las luces y sombras de mis visitas, me llevo una buena imagen del local y acudiré más veces para seguir probando platos.