Brasería El Peregrino en Valladolid

el sitio es muy agradable y espacioso los camareros son muy agradables y comimos muy bien por un precio más que aceptable, buen trato y buena comida un sitio totalmente recomendado 👍 👌

Llegamos tarde porque han cambiado de ubicación, pero nos atendieron muy bien. Un 10 para el personal. Volveremos.

Todo perfecto y las mollejas para quitarse el sombrero.

Buena comida, excelente servicio, muy buena personal

Comimos bien y abundante, repetiremos seguro.

Un servicio rápido pero sin perder calidez.

Comida casera y en cantidad. Sales lleno con el menú. Actualmente el menú, entre semana, cuesta 15,50€ e incluye un primero, un segundo, postre, agua y pan. Los postres son caseros, eso ya es un plus. Conviene reservar porque el comedor no es muy grande, así te aseguras hueco.

La comida no estaba mal, aunque en la ensalada de carpacho, el bacalao estaba CONGELADO. Para mí, eso fue bastante importante, ya que se notaba muchísimo y cortaba el resto de la ensalada. El resto de platos estaban bastante buenos, sobre todo en cuanto a calidad - precio. La otra estrella se la quito porque estuvimos una hora esperando a que nos atendieran. La parte exterior estaba llena aparentemente, pero en el interior, donde estábamos nosotros, estaba vacío. Tardamos muchísimo en que nos atendieran.

Como siempre dijo excepcional. Voy con mi familia y salimos encantados,tanto comida como trato.

Este establecimiento no es demasiado grande, pero ofrece un ambiente muy agradable. Aunque no está en el casco histórico, tampoco está demasiado alejado del mismo, a menos de quince minutos a pie. Ofrece cocina española con un excelente sabor, platos con cantidad suficiente, precio razonable atendiendo a la calidad de lo que sirven y una magnífica atención de su personal que te hace sentir muy cómodo en el restaurante. Hemos ido en varias ocasiones a este local, y siempre hemos acabado muy contentos con la comida y el trato recibidos. En nuestra última visita pagamos 44 euros por persona. Pedimos para compartir unos champiñones rellenos de gambas (deliciosos), sepia, pulpo a la gallega y ensalada de chicharros. Como platos principales pedimos chuletillas de cordero, lenguado relleno de marisco, entrecot y solomillo al roquefort. Lo acompañamos con un par de botellas de vino de Ribera del Duero, de Finca Resalso. Las dos horas que empleamos para cenar, estuvimos muy cómodos y comimos todo muy a gusto. Muy recomendable.