Bichopalo en Madrid

Nuestra visita a Bichopalo fue una experiencia culinaria excepcional. Marta, con su trato cercano y profesional, se aseguró de que cada detalle estuviera cuidado, guiándonos a través de un menú degustación que fue una auténtica delicia! Los platos, una fusión creativa de sabores mediterráneos y técnicas asiáticas con una presentación impecable. Cada plato fue una sorpresa! Increible Daniel Pozuelo: innovación y calidad, impecable! Ambiente íntimo, decoración sobria y acogedora: escenario perfecto para una velada tranquila y especial. La atención personalizada hicieron que nuestra cena fuera memorable (mil gracias Marta!) Sin duda, volveremos (aunque sea complicado reservar, siendo evidente el motivo)

Estuvimos anoche cenando su menú degustación y nuestra valoración, en general, es muy positiva. Como pequeños matices de mejora propondríamos que el flan de foie fuese más intenso de sabor o incluso que incluyese algún pedacito de hígado en su interior, así como el punto del pato que estaba muy hecho. Por lo demás, nos pareció un menú muy bien elaborado y 100% recomendable

Pedir la factura al salir , yo llevo 7 llamadas y aun no he conseguido que me la envíen.

Día lluvioso en Madrid. Pese a estas inclemencias meteorológicas hemos recalado en un restaurante con una comida sabrosa y con muy buena calidad precio pero al q hay que poner un pero. Como digo la comida está muy rica con una fusión de sabores muy interesante, pero cuando mejor estás y te apetece seguir con la sobremesa prácticamente te echan del local porque había doble turno. No nos han dado opción ni de pedir un café y por supuesto tampoco una copa. Una pena porque te queda un regusto amargo. Y para rematar salimos a la calle y sigue lloviendo 😩☂️☔️

En esta época en la que las cartas de los restaurantes parecen idénticas en todas partes Bichopalo propone una cocina propia y "auténtica". A través de productos autóctonos y de temporada se inspira en técnica y sabores japoneses para presentar un menú muy completo, equilibrado y delicado. Me sorprendieron especialmente el bao frito con wasabi, la vieira, el sabor profundo de la mantequilla noisette con el miso, el marmitako y el postre de calabaza y mandarina. El precio del menú es muy muy contenido ya que, sin lugar a dudas, podrían pedir más de los 58€ que cuesta sin que sintieras que estás pagando de más. Las bebidas también tiene un precio contenido. Tomamos dos mahou maestra a 4€ cada una y una copa de Godello a 5€. El servicio es amable y cercano y el ambiente del lugar tranquilo con la cocina e ingredientes a la vista. La única "pega" que encuentro es que el tiempo de la reserva es limitado por lo que no pudimos hacer sobremesa ni tomar café ya que había otra reserva a continuación. Aunque imagino que que para poder ajustar un menú con esa técnica y producto a ese precio es necesario doblar turnos. Sin lugar a dudas Bichopalo ha sido un descubrimiento muy grato e intuyo que será la primera de más visitas.

COITUS INTERRUPTUS Comida calidad-precio muy razonable para estas épocas en los que tanto CHEFS nos ofrecen sus “experiencias inigualables”. La verdad es que llegamos media hora antes de la hora de la reserva y nos atendieron sin problema a pesar de que el local es pequeño. La comida bastante rica, con algún plato más flojo, pero esto es subjetivo y hay que tener en cuenta lo que se paga (precio muy razonable). La traca vino al final, cuando estábamos acabando de degustar el vino que quedaba y teníamos intención de pedir un café y una copita, nos llegan con la factura pidiendo que pagáramos cuanto antes diciéndonos que allí no se toma “ni café, ni chupito, ni copa”; porque nuestra mesa la iban a preparar para un segundo turno. Conclusión: buena comida con planteamiento de Burger King. No es lo que uno busca en este tipo de propuestas. Una pena. Si cambiáis el concepto avisad y volveremos.

Fuimos con mucha ilusión a este restaurante y si bien los platos son originales, no nos terminaron de enamorar. Pero lo que mas nos defraudo son algunos detalles que un restaurante de este tipo no deberían ocurrir. En primer lugar las mesas no tiene mantel, cosa que es una elección como otra cualquiera, pero si decides ir por ahí, las mesas deberían estar impolutas, en nuestro caso la mesa estaba pringosa, hasta el punto que las copas se quedaban pegadas. Nosotros teníamos un foco alógeno encima de la cabeza que resultaba bastante molesto por el calos que desprendía. Por otra parte el baño (único) estaba también bastante descuidado. El servicio es bastante correcto, aunque bajo mi punto de vista el timing de los platos no fue muy fluido, con algunas esperas un poco largas entre algunos platos. En definitiva dentro de su categoría creo que está por debajo de sus competidores directos.

Decepcionado Teníamos las expectativas muy altas por alguna de las reseñas y en lo único que coincido con ellas es en el servicio recibido. Los mejor de la cena, la gilda que nos pusieron de aperitivo. El resto de platos, no gustaron en exceso. Pequeños detalles les restaban puntos para llegar a ser un plato de alta cocina. Unos porque llegaron fríos a la mesa. Otros estaban crudos y otros excesivamente cocinados. Lo mejor de los postres el helado de mandarina. Lo peor, trozos de calabaza sin pelar.

Gran servicio todos muy amables y la comida estaba exquisita, lo recomiendo para ir con amigos familia o pareja sitio muy cuidado y tranquilo para pasar una comida relajada en un lugar relajado y con platos muy variados

Un concepto diferente, lo hacen por pases, entramos todas las mesas a la vez, buen trato muy amables, los platos bien elaborados y una cosa a tener en cuenta agua gratis