Betelu en Madrid

La calidad de la comida es inversamente proporcional al trato de la maitre. Qué lástima que una cocina tan buena tenga una atención tan pésima

Producto bueno y servicio también. Cocina lenta.

Buena comida, buen asesoramiento, gran entrecot, ambiente muy agradable.

Navarro de toda la vida que no falla nunca. Excelente materia prima. Elaboraciones sttadicionales y sabrosísimas!

Restaurante pequeño pero calidad de verdad. Producto del bueno, prioridad los sabores. Cantidades de verdad sales bien lleno y bien a gusto. Un equipo de 10, una familia que llevan toda l vida en esto y se nota. Es un sitio al que siempre quieres volver.

Mi primera vez en Betelu no será la última! La carta era excepcional, con productos de temporada y primera calidad. La atención detallada y amable. Todo lo que comimos fue una delicia, tanto los entrantes (pimientos del piquillo rellenos y salmón escabechado) como el rodaballo y la lubina que tomamos como plato principal. Tengo que volver para probar toda la carta!

Para mí, Betelu es sin duda uno de esos lugares a los que siempre apetece volver. Cada vez que pienso en ir a comer algo bueno, sin complicaciones y con un ambiente acogedor, se me viene este sitio a la cabeza. Está en Quintana, y la verdad es que es muy fácil de encontrar, no tienes que dar mil vueltas para llegar, lo cual se agradece mucho. La gente que va habitualmente no para de recomendarlo, y con razón. La carta tiene una variedad que se nota que está pensada para gustar a todos, y los cocineros le ponen mucho empeño en cada plato, mezclando sabores tradicionales con algún toque diferente que hace que comer allí sea especial. Lo mejor es que, además de la calidad, los precios son muy razonables. No es de esos sitios donde sales con la sensación de haber pagado de más. Al contrario, sientes que has comido bien y que ha valido cada euro. Pagar es sencillo, porque admiten tanto tarjeta como efectivo, así que no hay problema por ahí. Eso sí, si planeas ir, yo siempre recomiendo reservar. No es que sea imposible encontrar mesa sin avisar, pero mejor prevenir que llegar y llevarse una decepción. El ambiente inside es otro punto a favor. La decoración es cálida, con ese estilo que invita a quedarse charlando tranquilamente sin que nadie te apremie para irte. He visto fotos de sus redes sociales y la verdad es que transmiten muy bien esa esencia. Es un sitio perfecto para comidas familiares o quedar con amigos, porque se crea ese plan distendido en el que merece la pena demorarse. Definitivamente, un acierto seguro.

Restaurante muy acogedor y en zona muy tranquila, con más de 35 años de funcionamiento. Atención exquisita y muy esmerada (gracias Ana). Extraordinarios productos y muy bien cocinados. Gambas muy frescas, pimientos rellenos estupendos y pescados en su punto. La ventresca de bonito extraordinaria. Amplia carta de vinos y postres de calidad y caseros. Para repetir.

Llevo. 35 años visitandolo y nunca decepciona , la merluza una delicia

Muy buena calidad y buena cocina !! Local un poco pequeño y por lo tanto algo ruidoso pero merece la pena , para volver siempre .