Bar Mentrida en Madrid

Una taberna de toda la vida, el personal son majísimos y muy atentos. Las raciones son abundante y sobre todo está muy rico. Lo mejor es que tienen prácticamente toda la comida para celíacos. Volveremos sin duda

Muy buena experiencia, la terraza es espectacular, la comida muy rica y buen servida. Lugar muy recomendable para pasar un lindo momento

El transporte es muy incómodo. El lugar en sí es precioso. Hay una ruta que atraviesa la antigua bodega.

Realmente único, un sitio típico madrileño. El personal es increíblemente amable y atento. ¿La comida? ¡Todo estaba delicioso! Excelente relación calidad-precio.

Paré a tomar un café y me pareció espectacular, de los pocos sitios que te preparan un café italiano en condiciones. En las vitrinas había pinchos interesantes, volveré para probarlos.

Trato agradable y cercano. Raciones a buen precio. Rápidos y eficientes. Terraza exterior

Un placer haber cenado allí. Gracias a todo el personal, pero en especial a los 2 camareros de la terraza que este sábado nos han atendido como unos buenos profesionales. Lo único malo, por comentar algo, es la espera para poder disfrutar de la terraza. Aunq es verdad que nos ofrecieron sitio dentro y quisimos esperar para poder estar fuera. Sitio para celíacos

Nunca había encontrado un sitio sin gluten donde poder disfrutar del típico bocata de calamares de Madrid. Soy celíaca y siempre que me apetece tomarme un bocata de calamares sin gluten, vengo a este bar. El dueño tiene varios hijos celíacos y se toman muy en serio la contaminación cruzada y el gluten; además, es una persona súper amable. El bar tiene una terracita pequeña, que se llena rápido porque la comida es de calidad. Los bocatas de calamares, tanto sin gluten como con gluten, están riquísimos y las raciones son generosas y a buen precio. Recomiendo ir con tiempo, ya que puedes tener que esperar unos 20-30 minutos para la terraza, aunque normalmente dentro siempre hay sitio. El local es un bar tradicional, sin decoración moderna ni sofisticada, pero merece la pena sobre todo para los que queremos disfrutar de un bocadillo de calamares rebozados excelente.

Demasiadas mesas, tan juntas que mi espalda daba con el de al lado, muy, muy ruidosa, y como la gente fuma, un asco la verdad...la comida es corriente, ni se te ocurra pedir gambas plancha... no volveré

Buena atención y comida, con precios promedio del sector. La salsa de las bravas estaba excelente.