Balius bar en Barcelona

Cool bar de cócteles con jazz los domingos por la noche. Estaba bastante ocupado cuando llegamos, pero después de una breve espera, logramos conseguir una mesa y disfrutamos del ambiente relajado con bebidas. Un saludo a los camareros porque solicité algunas bebidas fuera del menú y ¡estaban deliciosas!

Cocteleria en el mejor barrio del mundo entero con un servicio increible🫶🏽 El pisco estaba brrruuutal

Me gustaría felicitar personalmente a Balius Cocteleria: mi primera vez aquí y, seguro, volveré a estar aquí. Adrián, el gerente, representa un ambiente donde todos disfrutarán. La música, las imágenes, el servicio y, no obstante, la personalidad atraerán a todos. Pasé el mejor momento de mi vida en 12 años.

Bar con música jazz al vivo y buena coctelería

Lo saluda lo que sólo puede considerarse un contragolpe de los años 20: una pantalla que muestra a Charlie Chaplin. Pisos contados y casi asientos tipo stand. ¡El bar es de mármol y madera y todo lo que se exhibe parece sacado de un bar clandestino de la década de 1930! ¡Habla menos del personal del bar! Ecléctico es lo que yo llamaría este lugar. No dejes de probar las margaritas de mezcal. Todas las mezclas clásicas no aparecen en el menú. ¡Pero tú lo pides y lo hacen! Definitivamente debes ir si estás en Barcelona y quieres algo lujoso pero súper fresco y relajado, habla menos de la música en vivo. Pruébalo, disfruta

Còctels muy bien, ahora amiga, no pidas cerveza de barril estrella porque te clavan 5,40€ por ella, una barbaridad!!

Muy buena coctelería. Gran servicio y ambiente. Los cócteles están bien hechos, no son super creativos, pero los que tienen los hacen perfectamente equilibrados :)

El Poblenou—no se lo digáis a nadie—es una de las zonas con más encanto de Barcelona. Su combinación de toque industrial y aire de pueblo lo hace especial. Últimamente, Ana y yo estamos en nuestra era de cócteles: hace poco pasamos por el mítico Boadas, y ahora hicimos parada en Balius Bar, un lugar con fachada de antigua droguería que, aunque quizás no tenga el glamour clásico de Boadas, sin duda tiene un estilo propio y encantador. Aquí hay más espacio para sentarse y disfrutar de una velada relajada, mientras en una pantalla proyectan una película de Chaplin, lo cual suma puntos al ambiente. Los cócteles, a 10€ cada uno, estaban deliciosos. Probé un Pau Casals con bourbon, agua de coco y no sé cuántos ingredientes más, y Ana se pidió un Gin Tonic de frutos del bosque. La carta es amplia y, detalle importante para mí, con dibujitos de la copa en la que te sirven cada bebida. ¿Lo único que no me convenció? Mi supuesto Highball era más pequeño que el Gin Tonic. Aquí los dibujitos fallaron en precisión. Pero por lo demás, todo genial. Ah, y un pequeño detalle poético: antes de llegar, unas turistas nos saludaron desde un puente. Cuando nos íbamos, las vi entrar. Quizás el destino nos invitaba a otro cóctel. ⸻ ¿Qué os parece?

Nos encantaron los cocktails y los mocktails. Es difícil encontrar una coctelería que tenga balance en ambos aspectos y esto nos impresionó. Super recomendable, las patatas y las aceitunas fueron un plus por su calidad. Nos atendieron Carla y Marcelo, muy atentos

El ambiente es muy agradable, te hace sentir agusto, yo probé el “Cest chic” y si te gusta el frescor cítrico, es tu cocktail. Conocimos a Adria y a Karla, ellos hicieron que la experiencia fuera extraordinaria. Gracias y volveremos