Arima Basque Gastronomy en Madrid

Actualizo: para mí es el mejor sitio para tomarse un vermú o un vino/ cerveza de todo ponzano. La seleccion de vinos y vermuts es ideal y si podéis no dejéis de probar las Josefas - merecen una mención aparte- son sin duda motivo suficiente para hacerse una viaje desde cualquier punto de España solo para probarlas. Reseña previa: Fuimos 3 parejas y el local es pequeño pero el personal muy atento. Pedimos las gildas 2.0 ( había estado en otra ocasión y no puedes irte sin probarla, es una explosión de sabor), croquetas de queso, merluza rebozada, muy suave, y la carne como plato estrella. La carne la sacan poco hecha sin preguntar, por lo que varias personas del grupo pidieron que les pasaran un poco más lo suyo. El postre de chocolate fue un acierto para acabar la cena. Con vino y bebidas 60eur persona

Un lugar realmente extraordinario con una tapa excepcional. Lo demás está todo muy bueno muy agradable, eso sí, es con música alta que ambiente de estar de copas.

La atención en la barra y las gildas merecen la visita, el talo de oreja muy recomendable.

Excelente restaurante con comida elaborada pero con la esencia de la tierra . Buen ambiente y en una de las calles de moda en Madrid .

Me lo recomendaron en el hotel donde me alojo cuando voy a Madrid. Está todo buenísimo, está extraordinariamente atendido, el sitio es fantástico... y aquí vienen los "peros". Pero está disparado de precio, y las raciones son escasas. Creo que está muy de moda, como casi todos los de la zona.

Sitio bonito pero muy pequeño, genial para tomar algo y ya.

Rico pero caro. Muy buen servicio.

Un lugar pequeño pero donde todos los pintxos están buenísimos. Recomendado 100%

La comida buena pero para ser pinchos es carísimo

LEER ANTES DE IR: Merece la pena 1 vez. Volver, NO. Merece la pena conocerlo y "huir" de las elecciones habituales (y sus variantes) para probar cosas diferentes. Lo MEJOR: entorno reducido, agradable y con estilo (principalmente en sala). Los vinos abiertos por copa son buenos. Buena calidad del producto, su presentación y originalidad de los pinchos (si se escogen bien). Lo PEOR: relación calidad/cantidad/precio pésima (hablando siempre se pinchos). Cantidades aceptables y aunque trabajados y diferentes, no supone ningún descubrimiento gastronómico. Y sin embargo, por sus precios parece que lo fuera. Exageradamente caro. El servicio es muy correcto, pero aunque atento, busca claramente vender, alejado del consejo honesto o tratar de ayudar (realmente) al cliente. Y esta falta de honestidad se traslada en la gestión del local: 1a sorpresa: aviso en letra pequeña al final de la carta de un 20% incremento en todos los precios por consumo en sala (ya de por sí caros)... y que no se anticipa en el momento de reservar (al menos online). 2a sorpresa: cobro de pan y aperitivo, aunque no se haya consumido pan (confirmado expresamente a la camarera) y por unos aperitivos que los traen a mesa al inicio como "invitación de la casa". Es lo que hay y lo cobran.