A Ximenez en Cañamero

Aunque llegamos tarde y con un perro la camarera super amable nos acomodo en la terraza, el menú del día buenísimo, no se le puede poner un pero y la atención exquisita. Muchas gracias 😊

Hemos ido varias veces. Muy recomendable. Manolo es un crac.

No habiamos reservado,pero enseguida nos consiguieron una mesa. Comida riquisima y precios asequibles.

Después de una visita a la mina de logrosan, que mejor que reponer fuerzas y buscando reseñas pu es nos llevó a ximenez, buena comida de menú del día y especialidades cochinillo y cabrito buen servicio en resumir....

Hemos comido allí dos adultos y dos niños. El trato ha sido estupendo. Aún llegando sin reserva, nos dieron una mesa en poco tiempo. La comida riquísima , la atención maravillosa y detallista con los niños. Estuvimos muy agusto y todo lo que comimos estaba muy bueno: sopa de marisco, ensaladilla rusa, calamares, el pollo asado buenísimo, carrillada y guiso. Los postres no fueron menos, el flan casero y la tarta de queso. El precio del menú estaba muy bien con la cantidad que ponen. Sin duda volveremos siempre que podamos!

Trato inmejorable, con comida tradicional buenísima.

Pues la visita a éste restaurante fue motivada porque habíamos previsto visitar las Bodegas Ruíz Torres de esta localidad, pero tuvimos un problema, alterando nuestro plan y visitando finalmente Guadalupe y su Monasterio. Llamamos para reservar sobre las 11 de la mañana y ya a esta hora, nos dijeron que tendríamos que esperar un poco, así fue, nos pusimos en barra y nos pedimos algo para beber, nos ofrecieron un vino tinto Attelea, de la bodega anteriormente nombrada. Nos pusieron un par de tapas con la consumición en barra y tras un breve periodo de tiempo, nos invitaron a pasar a nuestra mesa. Tras pensar en opciones, vimos que la especialidad del A Ximenez es el cochinillo y nos ofrecieron cabrito asado también, así que acompañamos un plato de cada cosa con una media ensalada. Decir que tanto el cochinillo como el cabrito estaban en su punto, de sabor buenísimo. Nos hizo gracia la manera de trabajar con la bebida, y es que, al menos en nuestro caso, pedimos una copa de vino y una botella de agua, al ver al camarero venir con una botella de vino Attelea, le dije que sólo quería una copa y me dijo, prefiero abrirte una botella y ya me dices cuántas copas te sirves y así lo hicimos, el señor era agilísimo, atendía las mesas rápido y muy atento a cada comensal. Para terminar una tarta de queso que bueno, no es que me gustase mucho y una fruta para mi señora, con dos cafés. siendo la cuenta de 61€ echada como no podía ser de otra manera, sobre el mantel de la mesa, lo cuál también nos recordó a algún otro buen restaurante de hacía bastantes años. Volveremos sin duda, a nosotros nos ha gustado mucho.

Estuve con mis padres hace unos días. Estábamos de viaje y paramos sin leer previamente ninguna opinión. Comimos en la terraza porque íbamos con mi perrita, pero aún así comimos muy bien! Pedimos dos platos Especialidad Ximénez, que estaban riquísimos!!! Los postres caseros también muy buenos,sobre todo las natillas( mi padre se puso las botas). Agradecer sobretodo el trato tan profesional y cercano de la camarera. Da gusto encontrar gente tan bonita. Un saludo, desde València.

Mi marido tomó el menú, que estaba estupendo. A mí como no podía tomar nada del menú me hicieron un plato especial. Fueron muy amables y se lo agradezco infinito. Lo recomiendo al cien por cien.

Restaurante tradicional, siempre con mucho ambiente, que destaca por su cocina casera y trato cercano. Su plato estrella son las patas de cabrito al horno, que hay que reservar.