Los mejores restaurantes de otras cocinas españolas en Santa Olalla del Cala

15/07/2025: Después de 30 min esperando dos bocatas lomo queso, me da solo uno y no tiene bebida para llevar…yo no sé si el camarero con cara de quasi parece que se ha yumado 5 flys flipando…

13/07/2025: No volvería ni aunque me paguen. Visitar este sitio fue como participar en un experimento social para ver cuánto puede aguantar una persona antes de perder la fe en la humanidad. Y vaya si lo lograron. Los bocadillos son una burla. Raciones ridículamente pequeñas, calidad cuestionable y, por si no fuera suficientemente asqueroso, algunos venían con pelos. No sé si fue un descuido o una declaración de guerra gastronómica, pero desde luego, no es algo que uno quiera encontrar en mi bocadillo. Nos cobraron de más, y cuando lo señalamos, el encargado entró en modo “posesión demoníaca”. En lugar de disculparse o revisar el error, nos gritó, se puso a la defensiva y básicamente actuó como si estuviéramos robándole su herencia. Nunca había visto una reacción tan patética ante una simple reclamación. Y por si todo esto no fuera suficiente, los baños… Los baños deberían estar clausurados por sanidad. Una mezcla de pestilencia, suciedad y abandono. Entrar ahí es como castigo divino. Sales sintiéndote más sucio que cuando entraste. Caro, sucio, desagradable y con trato al cliente digno de una película de terror. Este lugar no debería servir comida, debería pedir disculpas por existir. Si tienes aprecio por tu dinero, tu estómago y tu dignidad, huye de aquí como si tu vida dependiera de ello.

15/07/2025: Después de 30 min esperando dos bocatas lomo queso, me da solo uno y no tiene bebida para llevar…yo no sé si el camarero con cara de quasi parece que se ha yumado 5 flys flipando…

13/07/2025: No volvería ni aunque me paguen. Visitar este sitio fue como participar en un experimento social para ver cuánto puede aguantar una persona antes de perder la fe en la humanidad. Y vaya si lo lograron. Los bocadillos son una burla. Raciones ridículamente pequeñas, calidad cuestionable y, por si no fuera suficientemente asqueroso, algunos venían con pelos. No sé si fue un descuido o una declaración de guerra gastronómica, pero desde luego, no es algo que uno quiera encontrar en mi bocadillo. Nos cobraron de más, y cuando lo señalamos, el encargado entró en modo “posesión demoníaca”. En lugar de disculparse o revisar el error, nos gritó, se puso a la defensiva y básicamente actuó como si estuviéramos robándole su herencia. Nunca había visto una reacción tan patética ante una simple reclamación. Y por si todo esto no fuera suficiente, los baños… Los baños deberían estar clausurados por sanidad. Una mezcla de pestilencia, suciedad y abandono. Entrar ahí es como castigo divino. Sales sintiéndote más sucio que cuando entraste. Caro, sucio, desagradable y con trato al cliente digno de una película de terror. Este lugar no debería servir comida, debería pedir disculpas por existir. Si tienes aprecio por tu dinero, tu estómago y tu dignidad, huye de aquí como si tu vida dependiera de ello.