Los mejores restaurantes de otras cocinas españolas en Atxondo

03/03/2025: Nunca más volveré a este hotel. Es mi tercera y última vez. Me he equivocado al reservar y cogí 2 habitaciones en vez de una. Culpa mía. El resultado es que me cobran 170€ por no avisar (por eso se llama error) pero ya me podían haber quitado por lo menos el importe del desayuno. Llegamos el Viernes a las 17.00 y la calefacción de la habitación estaba apagada. Es algo normal en este establecimiento Ayer tuvimos que desayunar con bufanda en la cristalera. La camarera de piso entra en tu habitación sin llamar a la puerta, y estaba mi mujer duchándose, menudo susto. Ayer dejé la calefacción al 5 y esta mañana me la encuentro al 2, pregunto y nadie la ha bajado. Ayer cené unas croquetas, ensalada, pimientos, chistorra, un solomillo, algo de vino, pero nada de mantel. Nos dieron de cenar sobre un muletón. Una de las camareras se mete en tus conversaciones. Estaba hablando por teléfono con un amigo diciéndole que “estaba por Bilbao” y la camarera pasó al lado y dijo “Esto no es Bilbao, esto es Bizcaia” Si venís aquí, tenéis que tapar el agujero de la llave de la puerta con algo, para tener intimidad y traeros cinta aislante para sellar la puerta, por qué la luz peque se cuela por la noche, es algo serio. Lo dicho, un desproposito. Nunca más.

14/12/2024: Tiene un comedor en zona acristalada con preciosas vistas, utilizada por nosotros en nuestra visita y otro comedor interior más formal. Dispone de Bar donde tomar un aperitivo. Múltiples detalles internos curiosos, como por ejemplo unas escaleras de piedra interiores al caserío, que denotan cierto poder adquisitivo de los constructores originarios. Mesas desnudas funcionales en la zona acristalada con vistas, platillos para el pan. Vajilla preciosa muy original, que no he visto anteriormente y me recordó las piedras blancas que el mar arrojaba hace años en la playa de Arrigúnaga. Jon Iñaki, propietario actual, estuvo muy profesional aconsejándonos lo más conveniente. Buena cocina, detalles gastronómicos ofrecidos a lo largo de la comida. Maitane, jefa de sala, no sé cómo, se debió percatar de que ese día era mi cumpleaños y sorpresivamente en mi plato de postre apareció una gruesa lámina de chocolate, decorada con la palabra Zorionak. Muchas gracias de nuevo.