Los mejores restaurantes con terraza en Oleiros

28/05/2025: Llame para que me guardaran un donut de azúcar,cuando llegue a casa par comerlo estaba seco y reseso,un bollo que vale 2 euros y que te lo vendan del día anterior,una lástima no volveré porque eso no se hace

11/05/2025: Penoso por la atención, servicio y productos. Lo más asqueroso es que se meten las palomas en el interior del local(hasta en final del local) y no hacen nada de nada

08/06/2025: ¿Este bar? Este bar es una broma mal contada por alguien que odia la comida, el servicio, y probablemente a sí mismo. Si Kafka hubiese escrito sobre bares, este sería su obra maestra: absurdo, decadente y con olor a fritanga prehistórica. Entramos y el sitio estaba más vacío que una promesa electoral. Ni un alma, ni una sombra. Sonaba música por un altavoz que parecía conectado a una patata, y el camarero apareció con la energía de una ameba moribunda. Pero ojo, cuando preguntamos por qué tardaban tanto en servir… NOS DIJERON QUE EL LOCAL ESTABA LLENO. ¿¡LLENO DE QUÉ, CRÁNEO VACÍO!? ¿De partículas de polvo haciendo botellón? Tardaron UNA HORA en traernos la comida. Una. Hora. En un sitio tan vacío que podías oír el eco de tu dignidad escapando por la puerta. Cuando por fin llegó el festín del horror, tres platos estaban “bien” si por “bien” entendemos “no me dieron ganas de llorar”. Pero el cuarto… madre mía. El cuarto era un homenaje al vómito: una piscina de mostaza que parecía servida por un payaso psicópata en pleno brote. Casi me da un infarto intentando tragar aquello sin morir. ¿Quién fue el genio que pensó “mmm, este plato necesita medio litro de mostaza industrial”? ¿Un preso fugado? ¿Un cocinero con un fetiche raro? Lo peor es que nadie pidió tanta mostaza. Ni siquiera pedimos mostaza. Aquello llegó así, sin avisar, como un ataque terrorista. El camarero volvió con la misma cara de “ojalá estar muerto” que tenía al llegar, sin disculpas, sin gracia, sin alma. De hecho, empiezo a pensar que los trabajadores del local están atrapados ahí por algún tipo de maldición gitana. Y el baño… el baño es un poema. Si entras ahí, firma un testamento primero. Huele a historia antigua, a decisiones erróneas, y a humanidad en declive. Conclusión: este sitio es como una película de bajo presupuesto, pero sin guion, sin actores, sin producción y con un director que cocina con los pies. Si odias tu vida y quieres reforzar ese sentimiento: ven. Si no, corre. Y si puedes, cambiate de acera

08/06/2025: Muy mala experiencia. Teníamos mesa reservada para las 14:45 y, aun así, no nos tomaron la comanda hasta las 16:00. El local estaba prácticamente vacío (adjuntamos fotos), así que no entendemos tanta demora. Nadie nos avisó de que iban a tardar tanto; si lo hubiéramos sabido, no nos habríamos quedado. Durante la espera, se nos calentaban las bebidas y tuvimos que pedir hielo. Para nuestra sorpresa, nos lo cobraron, a pesar de que fue por la demora del propio local. Las raciones eran muy escasas para el precio que tienen, y la comida no compensó en absoluto la espera. Lo peor de todo es que nos hicieron perder la mitad de nuestro domingo de playa, esperando por una comida que no estuvo a la altura. Adjuntamos fotos del local vacío y el ticket para que cada uno saque sus conclusiones. No pensamos volver ni lo recomendamos.

11/01/2025: Disfrutar de una comida exquisita , definitivamente es un lujo... encontrar un restaurante donde la atención sea buena y la comida elaborada por un chef apasionado en lo que hace con productos de calidad es el lugar perfecto 💯 Recomendado 🥇 Felicidades al chef José Carlos Anchorena

14/12/2024: Excelente!! Sin duda un sitio espectacular enfrente la playa. La cocina es exquisita con un amplio menú, fusión de sabores y productos de alta calidad! Volveremos sin duda, tanto a comer cómo a dormir. El personal es muy amable y el ambiente muy acogedor.