Zen en Valencia

Sitio brutal, que pasa desapercibido en Campanar pero está buenísimo. Mucha comida y raciones grandes. Muy buen ambiente, trato excelente. Te cortan el pato y el rodaballo delante de todos y utilizan todas las partes, puro espectáculo. Desde el primer plato hasta el último están buenísimo, sabores diferentes. El pato lo ponen en 4 platos diferentes y cada plato tiene un sabor diferente y resalta un condimento. Buenísimo! En las fotos ni hice foto a todo porque hubo platos que volaron! Las gyozas también brutales. Para repetir!

El mejor restaurante asiático de valencia con diferencia.

Muy sobrevalorado. Precio muy elevado cuando la diferencia con un restaurante chino corriente no es tanta y sin embargo el precio se triplica.

La comida era muy sabrosa, y estaba muy bien cocinada. Pero el precio era algo excesivo a mi parecer. Sin embargo, el trato fue muy amable.

Hemos ido varias veces, es muy bonito, la comida es espectacular, la atención inmejorable, es muy especial, lo tenemos como fijo, fue donde mi esposo me pidió matrimonio y lo tenemos ya como fijo para aniversario, el pato Pekín es escandalosamente bueno, las presentacioned de los platos a mesa son una pasada ❤️❤️

Lo siento, no tengo fotos para compartir para probar la experiencia, pero realmente no es necesario. Este restaurante cumplía todos los requisitos para mi familia cuando se trata de una verdadera experiencia culinaria auténtica. Comida asiática en su máxima expresión. La carta se compone principalmente de platos chinos y japoneses pero hay algunas sorpresas de otros países como el cordero mongol que fue una auténtica delicia y novedad para nosotros. Tenía 3 entrantes con uno de arroz para acompañar y uno de carne y terminé con un postre. ¡Eso fue suficiente para 3 personas! ¡El sake era de pura calidad y acompañaba cada plato con frescura! Si buscas una comida especial y auténtica de Asia, no pases por alto este lugar, ¡realmente vale la pena!

Como siempre no defrauda, todo estupendo y el trato con todo el personal exquisito. Sobresale Silvia con su elegante profesionalidad. Un placer....

Visitando desde Londres a mi restaurante favorito. Realmente satisface todos mis antojos de cocina asiática con un toque único. Debes ir a un restaurante en Valencia con seguridad.

Cuando piensas en la cocina oriental, es posible que evoques ciertos sabores clásicos. Sin embargo, el Restaurante ZEN desafía lo convencional, ofreciéndote una fusión magistral de técnicas asiáticas, donde cada plato es una obra diseñada para cautivar los sentidos. Silvia, propietaria y Jefa de Sala, imprime un sello de hospitalidad genuina. Desde el primer momento, su carisma y profesionalidad te envuelven, haciéndote sentir parte de una experiencia única y bien orquestada. Comenzamos con unos rollitos vietnamitas crujientes, cuya textura se complementaba con la frescura del cogollo y la menta, son un bocado refrescante que abre el apetito. A continuación, la ensalada tailandesa, una combinación de escarola, mango, kiwi, piña, aguacate y frutos secos, agridulce resulta ligera y memorable. Las Gyozas, seis piezas selladas a la plancha, ofrecen un interior jugoso de carne y verduras, potenciado por una base ligeramente caramelizada. Da pena romper su impecable presentación. Su plato estrella, el PATO LAKEADO DE PEKIN, es todo un espectáculo. La presentación se desarrolla en tres fases: primero, te sirven un reconfortante consomé con la esencia del ave; después, el corte en vivo y en directo, servido con crepes, verduras y salsa Hoisin que Silvia nos ofreció con una destreza impecable. Finalmente, la carne loncheada, acompañada con el toque cítrico de la salsa a la naranja, cierra una experiencia insuperable. Para maridar, cabe señalar que la carta de vinos del ZEN destaca por su excelente representación de vinos valencianos. El Casta Diva blanco seco de Bodegas Felipe G. de La Vega (Alicante) es perfecto para los entrantes, realzando los sabores con sus notas florales y frescura. Por su parte, el Mestizaje tinto de Bodegas Mustiguillo (Utiel), con su elegancia y complejidad, complementa magistralmente el pato, potenciando sus matices. Finalmente, Vicent quiso ponerles a prueba y pidió un "Cremaet", que para su sorpresa, fue todo un acierto, bien presentado y elaborado con equilibrio entre dulzor e intensidad. Por mi parte, solicité algo más ortodoxo: un Té Matcha japonés, con su carácter vegetal y ligeramente terroso, una opción más sutil pero igualmente deliciosa. El restaurante ZEN es más que un lugar donde comer, es una experiencia gastronómica que te transporta a lo mejor de la cocina oriental, fusionando técnica, creatividad y hospitalidad en un entorno sumamente acogedor. Si estás en valencia, no lo dudes: ¡ZEN ES TU RESTAURANTE!

Por su decoración y distribución se nota que este restaurante chino no se parece en nada a los de la calle Pelayo. Definitivamente lo recomendaría a cualquiera que considere que la calidad de los alimentos, la higiene y los servicios son indispensables a la hora de salir a cenar. Estoy feliz de haber encontrado finalmente un restaurante chino que respeta la comida.